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Salma

México hizo historia al ser de los primeros países de América Latina en conmemorar cada 17 de mayo como el día Nacional contra la Homo-Lesbo-Bi-Transfobia.

La cuestión trans está en el centro de la polémica nuevamente. En las redes sociales periodistas y usuarios de X subieron un video en el que se ve cómo el Presidente da un beso a la diputada Salma Luévano y después se retira. Las redes calificaron el lenguaje corporal de AMLO como transfóbico y el tema se volvió de los más discutidos. En la mañanera de este 8 de enero, el Presidente señaló: “Le di un beso a un señor vestido de mujer”. Esa es una declaración transfóbica que no deja dudas a la interpretación.

México hizo historia al ser de los primeros países de América Latina en conmemorar cada 17 de mayo como el día Nacional contra la Homo-Lesbo-Bi-Transfobia. Paradójicamente, fue el mismo López Obrador quien en 2019 firmó el decreto para incorporar la Lesbofobia, la Bifobia y la Transfobia al día nacional contra la Homofobia que había sido decretado en 2014. AMLO se ha manifestado en contra de la discriminación en varias ocasiones, al tiempo que las mayorías de Morena han acompañado la defensa de los activismos LGBT. El mosaico del matrimonio igualitario se completó en el País, mientras que el de la identidad de género y el de la prohibición a las terapias de conversión avanzan más rápido que nunca.

Actualmente México tiene a dos mujeres trans como diputadas federales. Esto es un parteaguas. En septiembre de 2021 tanto Salma Luévano como María Clemente Castañeda llegaron a la Cámara de Diputadas y Diputados, apoyadas por Morena. Ese año, el INE obligó a todos los partidos a cumplir con la cuota de representación de minorías de la diversidad sexual. En su momento, muchos criticaron a Morena por inscribir a pocas personas, pero al final fueron sus candidaturas las que llegaron a los congresos.

Salma ha trabajado por ser la “diputrans”, como ella misma se autodenomina. De acuerdo con el sistema de información legislativa, la diputada ha presentado 17 iniciativas sobre temas de diversidad sexual y ha sido presidenta de la comisión de diversidad, donde ha impulsado las llamadas cuotas arcoíris, espacios políticos reservados a la diversidad sexual. Precisamente en este tema, Luévano trabajaba muy de la mano con le magistrade Ociel Baena.

La presencia de dos mujeres trans en el Congreso federal no ha pasado desapercibida. El diputado Gabriel Quadri y la diputada Teresa Castell constantemente les niegan a las diputadas trans su identidad, las malgenerizan. En marzo de 2022, Salma denunció a Quadri por violencia política contra las mujeres en razón de género. Quadri llamaba “señor” a Salma. En abril de ese año, una sala especializada del Tribunal Electoral le dio la razón a la diputada; Quadri le ofreció disculpas.

La vida de las personas trans está en el centro de la discusión pública hoy. Esto ocurre debido a varios factores que se contraponen. Por un lado, las personas trans ocupan más espacios visibles y poderosos que nunca. Por el otro, la violencia contra estas poblaciones sólo se multiplica. A la violencia física ahora se suma la política y la verbal. Los partidos de ultraderecha movilizan a sus votantes usando a las personas trans y fomentando el pánico moral. En México esto no ha sido la excepción.

Desde su creación, en 2003, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) medio funcionaba como vigilante de los discursos de odio y un freno a la discriminación. Desde 2020 el Conapred parece no existir. Empresarios y políticos violentan verbalmente a mujeres en política y a minorías, legisladoras se burlan de las familias diversas. El clasismo, la gordofobia, la misoginia son la orden del día en X y en otras redes. Tenemos una conversación pública polarizada y descompuesta.

El combate a la discriminación es tarea diaria. Como líder social, AMLO debería saber que el lenguaje también es un campo de defensa de derechos y de dignidad y que no basta con permitir que los derechos avancen. La dignidad de las personas trans pasa por reconocerles su identidad. Salma Luévano es parte del movimiento de AMLO y es una mujer trans, no un hombre vestido de mujer. No hay más.

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