Leo Zuckermann

A lo largo de la obra, Feuchtwanger nos recuerda una frase talmúdica: “Nos corresponde comenzar la obra. No terminarla”.

Llegará un momento en que no tendrá sentido económico que Canadá fabrique esos autos.

Morena ha sido muy exitoso. Desde su fundación hace once años, rápidamente se convirtió en partido hegemónico.

Todos los gobiernos tratan de ponerle buena cara al mal tiempo económico.

Resulta muy positivo para la democracia este tipo de ejercicios. Si se hace con argumentos, no con ataques personales, los ciudadanos salimos ganando en términos de rendición de cuentas.

El próximo 7 de mayo se encerrarán en la Capilla Sixtina los 134 cardenales menores de 80 años que decidirán quién será el sucesor de Jorge Mario Bergoglio como Papa de la Iglesia Católica.

Es un hecho: A ningún Gobierno le gusta que haya medios de comunicación independientes.

En estos 100 días, la economía de Estados Unidos está pasando de un mundo de reglas a otro de tratos especiales con Trump. Ya no importa el Estado de Derecho sino la buena relación con el gobierno. Es algo que conocemos bien en México y que termina por desarrollar un “capitalismo de cuates”.

La universidad es una de las instituciones que más ha perdurado en la historia de la humanidad.

Me dolió mucho. En lo personal, lo considero el mejor escritor contemporáneo de habla española...

Aunque no soy católico, lamento la muerte del papa Francisco. Sé que tenía buenas intenciones reformistas de la Iglesia Católica, pero no pudo llevarlas a cabo como pretendía.

“...me permito hacer una recomendación: una serie que está en Netflix. Se trata de la nueva adaptación de un clásico de la literatura italiana: El Gatopardo.”

Desde la reforma electoral de 2007, siempre me ha parecido una barbaridad las restricciones a la libertad de expresión durante las campañas.

Frente a las críticas y demandas judiciales, AMLO se dedicó a desacreditar a los ambientalistas que se oponían a la construcción del Tren Maya. Los tildó de “seudo ambientalistas” que defendían a la naturaleza “como negocio”.

Los mercados odian la incertidumbre, sobre todo cuando la producen las ocurrencias geniales de los políticos.