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Nadie quiere hablar del Covid, pero…

El Informe resulta devastador no sólo para el Gobierno de AMLO sino el de Claudia Sheinbaum en la capital.

Leo Zuckermann

Juegos de poder

Yo sé, yo sé. Nadie quiere hablar de la maldita pandemia. Ya la superamos y no queremos recordarla. Fue un periodo negro en nuestras vidas. Todos la sufrimos. Unos más, otros menos.

Sí, nadie quiere discutir sobre el execrable bicho que mató a tantas personas.

Pero me temo que debemos hacerlo.

Es nuestro deber. Sobre todo para evitar en el futuro otro mal manejo de una pandemia que ponga en peligro a cientos de miles de vidas humanas.

Por eso me veo obligado a comentar el Informe de la Comisión Independiente de Investigación sobre la pandemia de Covid-19 en México correctamente titulado “Aprender para no repetir”. Dicha comisión estuvo integrada por 17 destacados expertos en diversas áreas coordinados por uno de los mexicanos que más conoce sobre salud pública en el mundo: Jaime Sepúlveda.

Estamos hablando de mentes brillantes que voluntariamente donaron su tiempo para analizar y explicar con detalle el manejo de la crisis de la pandemia de SARS-CoV-2 como “punto de partida para remediar y mejorar”.

Evaluaron el pasado con una mirada en el futuro. Porque una cosa queda clara, y así lo han advertido los científicos serios del mundo: Habrá una siguiente pandemia para la que tenemos que estar preparados.

El informe es un portento de información cuantitativa y cualitativa. Hay que leerlo con mucha atención por la gran información que contiene, no sólo en el ámbito sanitario sino en temas tan importantes como la educación, finanzas públicas, economía, comunicación social y, desde luego, gestión gubernamental.

Responderá el Gobierno de AMLO con su misma cantaleta de siempre. Que se trata de un Informe realizado por adversarios conservadores y científicos neoliberales. Tratará de zafarse de su responsabilidad con esta bobería. Pero el Informe es demoledor: Los gobiernos, en particular el federal, fracasaron para minimizar el impacto de un virus mortal.

Concluye el Informe: “Los indicadores sobre el impacto de la pandemia en México son devastadores y por eso inocultables: Más de 800 mil muertes en exceso (una de las tasas más altas del planeta); el país con mayor mortandad entre su personal de salud; la orfandad de más de 215 mil menores; la reducción neta de su matrícula escolar y el grave impacto económico”.

“El factor crítico, el hecho que explica los resultados tan graves y trágicos, es la defectuosa gobernanza de la crisis, pues, como aquí se demuestra, casi cuatro de cada 10 muertes en exceso durante la pandemia sucedieron por fallas en la gestión gubernamental”.

O sea, 320 mil muertes pudieron evitarse con una gestión gubernamental eficaz.

Es un número tremendo.

“Esta investigación revela que mientras mayor es el porcentaje de población de bajos ingresos que habita un Municipio o una alcaldía, mayor es el porcentaje de muertes en exceso. Los más pobres murieron en una magnitud desproporcionada en esos años”.

¿Cómo era? “Por el bien de todos, primero los…”.

El Informe resulta devastador no sólo para el Gobierno de AMLO sino el de Claudia Sheinbaum en la capital. Para los que creen que la jefa de Gobierno realizó una labor eficaz diferente a la de las autoridades federales, esta conclusión es lapidaria:

“La Ciudad de México contribuyó en forma desproporcionada a la mortandad de esta segunda ola, convertida en la más mortal de toda la pandemia. A pesar de representar sólo 7.3% de la población total del País, la capital aportó el 24% de las muertes en exceso en el periodo diciembre 2020-enero 2021, sin considerar la zona conurbada (36 mil 500 de las 153 mil muertes en exceso en estos dos meses). Por sus implicaciones y por el incumplimiento de lineamientos oficiales esta decisión, de responsabilidad compartida entre autoridades federales y locales, constituye uno de los más graves fallos gubernamentales en el manejo de la emergencia sanitaria. A este hecho se suma la prescripción de medicamentos para un uso diferente y no aprobado por la agencia regulatoria federal encargada (Cofepris). Ni la ivermectina ni la azitromicina fueron autorizadas para tratar Covid-19 y, sin embargo, se les distribuyó ampliamente entre la población de la Ciudad”.

El próximo 2 de junio que usted acuda a las urnas recuerde que, de acuerdo a este panel de expertos, tres claves explican el fracaso de México en su respuesta a la pandemia: “La permanente subestimación de la gravedad del virus, la centralización y personalización de las decisiones, y la política de austeridad”.

Usted decida si los mismos merecen continuar gobernando.

Leo Zuckermann

X: @leozuckermann