AMLO y el Pulitzer
López Obrador perdió la oportunidad de honrar a una excepcional escritora mexicana y demostrar humildad y progresismo al desviar el foco hacia ataques a periodistas en lugar de celebrar el premio Pulitzer de Cristina Rivera Garza.
Una vez más el presidente López Obrador perdió ayer una maravillosa oportunidad. Pudo haber aprovechado el anuncio de los premios Pulitzer para rendir un homenaje a una mexicana excepcional y mostrar que el poder no lo ha despojado completamente de la humildad y el ánimo progresista que alguna vez dijo tener. Prefirió, en cambio, usar el galardón para lanzar un nuevo y bilioso ataque contra periodistas y medios.
La Junta de Gobierno del Pulitzer anunció a los ganadores de 2024 el 6 de mayo. En el campo de memorias o autobiografía eligió a la mexicana Cristina Rivera Garza por El invencible verano de Liliana, que narra el feminicidio de su hermana de 20 años a manos de un ex novio que pensaba que una mujer no tenía derecho a terminar una relación con él.
Nacida en Matamoros, Rivera Garza ha tenido una brillante trayectoria literaria desde Desconocer (1994) y Nadie me verá llegar (1999). Carlos Fuentes, que me la recomendó desde un principio, escribió en Reforma en 2002: “Estamos ante una de las obras de ficción más notables de la literatura no solo mexicana, sino en castellano, de esta vuelta de siglo”. El invencible verano, en opinión de los jurados del Pulitzer, “rompe las barreras de géneros” y “mezcla las memorias, el periodismo feminista de investigación y la biografía” gracias a “una determinación nacida de una pérdida”.
En lugar de celebrar el triunfo, el Presidente usó el anuncio para atacar al New York Times, pero haciendo además gala de ignorancia. En un momento de la mañanera en que estaba descalificando a las Naciones Unidas, de repente saltó a los Pulitzer: “Ayer me enteré de que les dieron Premio Nobel a periodistas de estos periódicos famosos y a periódicos famosos”. “Pulitzer”, le corrigió un periodista. “El Pulitzer, sí, pero es que digo ‘Nobel del periodismo’. O sea, ¡cómo van a premiar al New York Times, si fue el que recibió la información de Assange, la publicó y después le dio la espalda a Assange! Y ahí está Assange preso y no hacen nada para demandar la libertad de Assange. ¡Y premio! Premio al medio que con el periodista estrella, uno de los mejores periodistas del mundo, hizo el reportaje de que yo era socio de narcotraficantes. Tim Golden. Donde publica Tim Golden. Ese medio fue premiado ayer, una gran farsa”.
El Pulitzer sí es un premio prestigiado, pero dista del Nobel. Los trabajos en las categorías de periodismo deben ser publicados en medios estadounidenses. La mayoría de los reconocimientos para libros son exclusivos para estadounidenses. El New York Times ganó en esta ocasión tres premios, pero Tim Golden ya no trabaja allí, sino en ProPublica. En su artículo en esta publicación Golden no dijo que López Obrador fuera “socio de narcotraficantes”, sino que una agencia estadounidense había investigado acusaciones en su contra y al final no había presentado cargos. El New York Times, por otra parte, siempre ha pedido la liberación de Assange, la última vez el 28 de noviembre de 2022 en una carta conjunta con El País de España, Le Monde de Francia y The Guardian del Reino Unido.
Un Presidente de buena voluntad, positivo, progresista, amant e de las letras y enemigo de la violencia machista, pudo haber aprovechado el Pulitzer de Rivera Garza para impulsar muchas buenas causas. Lo único que se le ocurrió a AMLO, sin embargo, fue descalificar al New York Times. A Rivera Garza ni siquiera la mencionó. Supongo que es lo que se puede esperar de un político lleno de odio, vengativo y conservador que no se interesa en la literatura.
“Vivir en duelo es esto: Nunca estar sola. Invisible pero patente de muchas formas”.
— CRISTINA RIVERA GARZA, EL INVENCIBLE VERANO DE LILIANA
NO HAY
Ante las persistentes e inteligentes preguntas de Andrea Navarro de Bloomberg sobre seguridad el 6 de mayo, AMLO solo acertó a descalificar a esta agencia (por el pecado de tener una alianza con El Financiero), a repetir las gastadas explicaciones de que los programas sociales reducen el crimen y a ofrecer una respuesta que va para los clásicos: “No hay más violencia, hay más homicidios”.