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Primero la venganza

La venganza política de López Obrador amenaza la sensatez económica y la estabilidad del país.

Sergio Sarmiento

Para un Presidente que ha declarado públicamente que: “No es mi fuerte la venganza”, la manera en que López Obrador se venga de sus “adversarios” es muy preocupante. Lo peor es que utiliza para ello toda la fuerza del Estado.

La crisis eléctrica que estamos viviendo me ha traído a la memoria el trato que le dio a Guillermo García Alcocer, hoy profesor del ITAM, presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) de abril de 2016 a junio de 2019. El 14 de febrero de 2019, cuando apenas empezaba este Gobierno, García Alcocer declaró en una entrevista a la periodista Nayeli González de Excelsior: “El Presidente tiene buena línea y buen diagnóstico de las acciones que hay que hacer en el sector de electricidad, sobre todo en las acciones para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad, tratar de poner en operación los proyectos que ahorita están atorados y disminuir las tarifas”.

Advirtió, sin embargo, que la CFE tenía un costo de generación de 140 dólares por megavatio hora, los productores independientes 68 y los “proyectos de subasta” -los que ganaban las subastas de electricidad- 20. Subrayó que, sin las inversiones necesarias, “en tres años el sistema eléctrico de México colapsará”. Desechar los proyectos privados tendrá consecuencias serias, advirtió: Primero tendríamos apagones de horas, “en dos años, de días y en tres años será mucho más complicado”.

El Presidente presionó públicamente a García Alcocer y lo acusó de tener un conflicto de interés. El 3 de junio de 2019 este renunció al cargo a pesar de que todavía le quedaban cuatro años en su función. Era el quinto comisionado que renunciaba a la CRE desde el inicio del Gobierno. El presidente López Obrador advirtió el 4 de junio: “Nosotros no presionamos a nadie. Lo que quisiéramos es que quienes no comparten el nuevo proyecto de nación, pues, en un acto de honestidad, deben de optar por otra manera de laborar”.

La venganza no paró ahí. El 11 de noviembre de 2020 la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, anunció la inhabilitación de García Alcocer por 10 años. Este señaló que la decisión era injusta: “Declaré los nombres de las personas relacionadas en lo familiar. Incluí a un familiar en cuarto grado que es un empleado de un grupo de empresas”, aun cuando la ley “habla de que los potenciales conflictos de interés de los comisionados sólo se pueden dar con familiares en segundo grado”. El contrato cuestionado cumplió todos los requisitos de ley y lo aprobó por unanimidad el pleno de la CRE. Nunca se demostró alguna relación indebida ni se halló ninguna modificación en el patrimonio del ex funcionario.

García Alcocer no ha sido la única víctima de las venganzas de López Obrador. Estamos viendo hoy el caso de María Amparo Casar, sometida a ataques diarios. Al periodista Carlos Loret de Mola lo hizo víctima de una exhibición ilegal de su información financiera personal. Rosario Robles fue encarcelada tres años, aunque ya fue exonerada por los tribunales. A la propia Irma Eréndira Sandoval la destituyó de la SFP por haber apoyado a su hermano, Pablo Amílcar Sandoval, como candidato de Morena al Gobierno de Guerrero en lugar de a Félix Salgado Macedonio.

La salida de García Alcocer de la CRE, sin embargo, nos ha costado mucho a los mexicanos. Su respeto al Presidente quedó registrado en esa entrevista en la que dijo que este tenía “buena línea y buen diagnóstico”, pero tuvo también razón al apuntar que era un error hacer de lado los proyectos de inversión privada porque esto llevaría a apagones en unos años. El pronóstico se ha vuelto realidad. Pudo más el ánimo de venganza que la sensatez económica.

ATÍPICA

El 7 de mayo se registraron los primeros apagones ordenados por el Cenace ante la falta de capacidad para cubrir la demanda. El organismo argumentó que era una “situación atípica”. Un día después hubo nuevos apagones, aunque menores. Al parecer lo atípico se ha vuelto típico.

“No es mi fuerte la venganza, y si bien no olvido, soy partidario del perdón”

—  ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, DISCURSO INAUGURAL.

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