El Imparcial / Columnas /

Un paso a la vez

Enfrentamos momentos difíciles en México, ni duda cabe. Pero nuestro optimismo no puede decaer.

Carlos  Dumois

DUEÑEZ* EMPRESARIA

Ante las crisis, démonos permiso de crear una situación nueva, mejor a la anterior.

Enfrentamos momentos difíciles en México, ni duda cabe. Pero nuestro optimismo no puede decaer.

En estos días he estado buscando cómo ayudar a un amigo y aliado nuestro que anda muy agobiado. Está viviendo lo que todos hemos enfrentado más de una ocasión en nuestra vida. Se le han acumulado los problemas y se siente dentro de un remolino interminable que lo sacude de un lado a otro.

En mis pláticas he ido buscando cómo entender su problemática para ayudarle. A veces ni siquiera me puede explicar bien por lo abrumado que se siente. Tiene problemas financieros, su principal cliente no le paga desde hace meses, está saturado de trabajo por los cambios que está haciendo en su empresa, tiene una hija enferma y no parece mejorar, y muchos inconvenientes más.

Paralelo a esas dificultades, me cuenta que esos cambios en su negocio empiezan a dar frutos y vislumbra un futuro promisorio. Pero eso también le genera mucho más trabajo que el que traía últimamente.

El proceso que he seguido con él es, primero que nada, abordar la problemática con serenidad. Estar atosigado solo atolondra y trae confusión y desesperación. No es fácil, cuando estamos en esas situaciones, recuperar la calma, pero no hay más remedio que lograrlo. situaciones, nosotros buscamos caminos de concentración. Esto es, definir cuáles son las grandes oportunidades quedebemos privilegiar. Priorizar en estos casos es crucial. Poco a poco hemos estado descubriendo dónde podrían estar las grandes jugadas en este momento.

Tercero, el proceso de búsqueda y priorización de oportunidades ha de llevarnos a una posición mucho mejor que la que teníamos previamente. Esto es relevante: Las grandes crisis deben llevarnos a grandes brincos de crecimiento en todos los terrenos, en el negocio, en la familia y en lo personal.

Cuarto, el plan de acción ha de centrarse en avanzar cada día de forma consistente. En este punto le recordé a mi amigo unas palabras que encontré hace poco en Internet firmadas por Lalah Delia, a quien no conozco, y que dicen así:

Un paso a la vez, con coraje, propósito, paciencia, alineación, amor y gracia.

Un paso a la vez. De nada sirve desesperarnos, y tratar de hacer muchas cosas al mismo tiempo, eso solo nos quita energía y claridad mental. Es un paso a la vez, un día a la vez, un asunto a la vez, y poco a poco iremos avanzando.

Con coraje. Hablo de determinación, de fuerza interior, de seguridad, de voluntad férrea. El que enfrenta una crisis con debilidad difícilmente saldrá adelante. El verdadero empresario nunca se rinde.

Con propósito. Con claridad de intención, con claridad de los objetivos que perseguimos. A dónde queremos llegar está claro, lo hemos estudiado y definido, y es un lugar mucho mejor que donde estábamos antes de la crisis.

Con paciencia. El mundo no se va a acabar. No pasa nada, Cada día tiene su propio afán. No pretendamos hacer lo inviable. Mordida a mordida, el queso nos loacabaremos. Hay que saber correr maratones sin pausa, pero sin prisa.

Con alineación. Cuidemos de no dispersarnos ni distraernos. Las prioridades hay que respetarlas. Vigilemos que cada paso nos lleve al siguiente, como en una escalera, y seamos congruentes con nuestras decisiones.

Con amor. El propósito está ligado con lo que queremos entregar. Vale la pena lo que hacemos porque servirá a muchas personas. A nuestros clientes, colaboradores, familiares y muchos más. Si no le damos a nuestro esfuerzo un sentido de trascendencia, a lo mejor tiraremos todo por la borda.

Con gracia. No perdamos el estilo. Nuestra elegancia puede mantenerse hasta en las más duras situaciones o en las más difíciles negociaciones. El que sabe luchar con honor se inclina y toma sorbosde agua de su mano, no se abalanza sediento al agua.

Estas son mis reflexiones después de hablar con mi amigo: Serenidad, concentración, intención clara con miras elevadas y un paso a la vez.