El futuro del golf cachanilla
Su tiempo lo comparten entre la escuela y los bastones. Uno juega desde los cuatro años y el otro cambió las canchas de tenis por los campos de golf.
Se trata de los mexicalenses Max Ayala y Alan Dagnino, dos jóvenes que pese a su corta carrera en el golf cachanilla, lideran la nueva generación de jugadores en la capital bajacaliforniana.
Ambos pasan el tiempo en los campos del Club Campestre de Mexicali y se codean con los mejores exponentes de la región en las categorías importantes.
Desde que Esteban Toledo debutó en el PGA Tour en 1994, no ha habido otro mexicalense en el circuito más importante a nivel mundial.
Sin embargo, estos dos jóvenes son la luz en el camino y forman parte de una camada de cachanillas que enfilan para formar parte de una generación realmente prometedora para golf mexicalense.
UNA VIDA EN EL GREEN
A los cuatro años tuvo su primer contacto con el golf. Hoy tiene 16 y es uno de los mejores en Mexicali y la región, va por su cuarta participación en Olimpiada Nacional y este año busca consolidarse en el torneo Ciudad de Mexicali, el más importante en el año para los cachanillas.
“Mi papá me trajo, un día lo acompañé y me gustó mucho”, comenta Max Ayala, quien lleva ya algunos años jugando en la categoría Campeonato en los torneos realizados en Mexicali.
Sus mejores recuerdos los tiene en el torneo Ciudad de Mexicali, en 2012 tuvo el acercamiento más cercano y en 2013 consiguió el “Hole in One” en el cuatro, para llevarse un auto de último modelo.
Esas experiencias lo han llevado a madurar rápido. “El nervio ya quedó atrás, como todo, siempre te pones nervioso, pero se quita al primer hoyo”, agrega.
Actualmente, ha dedicado su tiempo para dar oportunidad a otras experiencias deportivas, pues en su escuela forma parte del equipo de baloncesto.
“Ahora juego basquet en la escuela y la verdad sí me quita tiempo para entrenar”, añade, sin embargo, no quita el dedo del renglón.
“Vengo todos los fines de semana para no dejarlo porque es lo que quiero hacer”.
A su corta edad, Max Ayala tiene bien planteados sus objetivos, pues
busca una beca para estudiar la Universidad en Estados Unidos y poder dar el salto al terreno profesional.
Sus momentos con Esteban Toledo en el Club Campestre, le han cambiado el panorama y eso lo ha llevado a enfocarse más en el juego.
“Me ayuda mucho (Esteban Toledo), son diferente formas de ver el
campo, él juega muy diferente a mí, pero cada tiro te ayuda”.
Disciplina, concentración y coraje, son los adjetivos que Max Ayala atribuye a este deporte, pues “cuando se pierde la cabeza ya no te sale nada.
Es un deporte en el que se tiene que trabajar mucho, el que se enoja pierde y de eso también se aprende”.
DE LA CANCHA AL CAMPO
Una corta, pero destacable carrera en el tenis local, terminó cuando por primera vez tomó un bastón y golpeó la pelota en los campos del
Club Campestre.
Alan Dagnino, aunque sigue practicando el deporte blanco, decidió por enfocar sus energías al golf, pues en cuestión de dos años ha tenido un ascenso meteórico.
“Yo empecé a jugar tenis desde los ocho años, fue una carrera corta yendo a estatales, regionales, nacionales, pero una vez vine a acompañar a mi papá a jugar, agarré el bastón, le pegué y me dijeron
que lo hacía bien, me empezó a gustar”, comenta.
En septiembre de 2013 registró su handicap con 21, hoy en día presume un +1 y viene de ganar la categoría Low Gross en la Copa Obispado.
“Me han dicho que fue rápido, que pocas personas logran bajar el handicap tan rápido, pero esto fue por práctica, no tanto por talento, yo venía a practicar todos los días y trataba de mejorar mi técnica”.
Estudiante de Derecho en la UABC, Dagnino espera primero terminar
su carrera y luego buscar un lugar en torneos ya sea en Estados Unidos o México.
El cambio del tenis al golf, no fue solo por su facilidad en este deporte, sino que lo asume a que es reto totalmente mental.
“El golf es un reto mental, como estas en el campo y al principio las cosas no salen bien, pero al día siguiente te salen mejor y pues ya te metes de lleno, en el golf no hay tanta exigencia física, pero es muy mental y te atrapa”.
Alan Dagnino y Max Ayala son dos jóvenes mexicalenses que buscan en este 2015 su consolidación en las categorías estelares.
Su empeño, talento y dedicación los ha llevado al lugar que hoy ocupan entre los mejores golfistas cachanillas y como la punta de lanza de una nueva generación dorada para este deporte en Mexicali.
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