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Llévelo al oftalmólogo

Visitas continuas al oftalmólogo pueden prevenir que las y los niños padezcan alguna enfermedad relacionada con la vista.

De acuerdo con la estrabóloga y oftalmóloga pediatra del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde, Graciela González Pérez, estas revisiones con profesionales deben realizarse desde su nacimiento y hasta los ocho años, edad en la que los infantes terminan su desarrollo visual.

“Los niños nacen viendo luces y luego ven imágenes medio borrosas, y poco a poco van a desarrollar su visión hasta los ocho años; por eso se tienen que revisar, para hacer prevención y detección oportuna”, explicó.

Entre los padecimiento más comunes en la infancias de este rango de edad, González Pérez enunció las ametropías. De acuerdo con la especialista se trata de defectos oculares, como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, que complican que la retina enfoque; la mayoría se pueden tratar con lentes.

Dijo que también es común observar casos de conjuntivitis alérgica y estrabismo -trastorno en el que los ojos no miran exactamente en la misma dirección al mismo tiempo-.

En el caso de bebés prematuros, González Pérez comentó que suele haber desprendimiento de retina y es necesario tratar esta condición con expertos.

“Cuando se revisa a un paciente y se observa un tumor que puede ser retinoblastoma -cáncer en el ojo- aún se puede salvar, le podemos dar tratamiento y salvamos el ojo y la vida; cuando a los niños no los llevan a revisión, el problema avanza y esto puede ocasionar la pérdida del ojo, e incluso la vida”, abundó.

Respecto a cómo madres o padres de familia podrían detectar este tipo de condiciones en sus hijos, la médica mencionó que, si expresan dificultades para leer, si perciben que entrecierran los ojos para poder mirar, si presentan dolores de cabeza o sienten los párpados pesados, es mejor llevarles a valoración médica.

“Cuando hablamos de las ametropías, o la necesidad de lentes, en la escuela o los papás se dan cuenta de que los niños entrecierran los ojos para ver, ése es un rasgo muy característico de una persona que necesita lentes, sea niño o adulto”, expuso.

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