Hallazgo de microplásticos en placentas humanas despierta preocupación

ESTADOS UNIDOS.- Un reciente estudio publicado en la revista Toxicological Sciences revela un descubrimiento alarmante: microplásticos han sido encontrados en todas las placentas examinadas por un grupo de científicos. Este hallazgo, el más amplio hasta la fecha, ha generado inquietud en la comunidad científica respecto a los potenciales efectos nocivos de estas diminutas partículas en la salud humana.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Nuevo México en colaboración con el Colegio de Medicina Baylor y la Universidad Estatal de Oklahoma, analizó más de 60 placentas y detectó microplásticos en todas ellas. Las concentraciones encontradas oscilaron entre 6,5 y 790 microgramos por gramo de tejido, niveles significativamente superiores a los hallados en el torrente sanguíneo humano.

El polietileno, junto con otros plásticos como el cloruro de polivinilo y el polipropileno, fueron identificados como los principales tipos de microplásticos presentes en las muestras. Este descubrimiento plantea interrogantes sobre los potenciales riesgos para la salud del feto en desarrollo, ya que la placenta cumple un papel crucial en el suministro de nutrientes durante el embarazo.

Aunque la comunidad científica aún no ha llegado a un consenso sobre la nocividad exacta de los microplásticos para los humanos, la presencia generalizada de estas partículas en las placentas es motivo de preocupación. El autor principal del estudio, Matthew Campen, advierte que el principio de “la dosis hace el veneno” cobra relevancia, señalando que el aumento constante de microplásticos en el medio ambiente podría tener consecuencias graves para la salud humana y la vida de los mamíferos en general.

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El estudio destaca la necesidad urgente de una mayor investigación sobre los efectos de los microplásticos en la salud humana, especialmente durante el embarazo. A medida que estos materiales continúan infiltrándose en los tejidos humanos, comprender su impacto se vuelve cada vez más crucial para proteger la salud de las generaciones futuras.