Felipe VI: La vez que decidió no levantarse ante la espada de Bolívar y desató una polémica

En la ceremonia de posesión presidencial de Gustavo Petro en Colombia, realizada el 7 de agosto de 2022 en la Plaza de Bolívar de Bogotá, un símbolo histórico atrajo la atención de los asistentes: la espada de Simón Bolívar. Este objeto, que había sido robado en los años setenta por la guerrilla del M-19 y devuelto al Estado colombiano tras la desmovilización del grupo en los años noventa, se convirtió en el centro de un evento cargado de significado político y social. Gustavo Petro, exmiembro de M-19, había solicitado que la espada tuviera un rol protagónico en la ceremonia, una petición que fue rechazada por el entonces presidente Iván Duque. Sin embargo, Petro, tras ser investido, tomó la decisión de que la espada fuera presentada, en un acto simbólico que resonaba con su ideología y su conexión con el pasado de Colombia.

A su llegada, la espada fue transportada en una urna de cristal por cuatro soldados, generando un clima de entusiasmo entre los miles de ciudadanos presentes, quienes se levantaron para dar la bienvenida a este símbolo de la libertad. Sin embargo, un momento particularmente notable fue la reacción del rey Felipe VI de España, quien permaneció sentado en su lugar, en contraste con el resto de los asistentes que se levantaron. Este gesto fue interpretado como una falta de respeto hacia un símbolo importante para muchos latinoamericanos.

La situación se tornó más compleja cuando, durante el evento, el rey recibió abucheos de los asistentes, especialmente en comparación con la cálida acogida que dieron a otros líderes de izquierda presentes, como el presidente chileno Gabriel Boric. No obstante, la decisión de Felipe VI de no levantarse ante la espada de Bolívar no generó grandes reacciones ni comentarios inmediatos por parte del nuevo gabinete de Petro ni en el debate político del país, que se centró en otros simbolismos de la ceremonia.

Sin embargo, la situación generó repercusiones en España, donde la decisión del rey fue criticada por diversos sectores, incluyendo a Pablo Iglesias, fundador de Podemos. Iglesias tildó la acción de Felipe VI como una “falta de respeto a un símbolo de la libertad de América Latina”. Desde Podemos, se emitió un comunicado señalando la gravedad del asunto y la intención de consultar al Ministro de Exteriores para determinar si la postura del rey había sido respaldada por el gobierno español.

La Casa del Rey optó por no comentar sobre el episodio, aunque fuentes diplomáticas aclararon que la presencia de la espada no estaba programada en el protocolo oficial del evento. La decisión de Petro de incluirla tras asumir el cargo llevó a una prolongación de la ceremonia, lo que generó incomodidad en el marco de las relaciones protocolarias.

Exclusión del Rey Felipe VI de la toma de posesión de Claudia Sheinbaum

La controversia relacionada con Felipe VI continuó con la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta electa de México, programada para el 1 de octubre de 2024. En este evento, el rey español no fue invitado, lo que desató una serie de tensiones diplomáticas entre México y España. El gobierno español expresó su descontento, calificando la exclusión de “inaceptable” y decidió no enviar representación oficial a la ceremonia, marcando así un nuevo punto de fricción en las relaciones entre ambos países.

Esta decisión no se tomó de forma aislada, sino que se sitúa en un contexto de relaciones tensas desde 2019, cuando el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador solicitó a Felipe VI que pidiera disculpas por los abusos cometidos durante la conquista. Esta solicitud fue rechazada por España, lo que enfrió el diálogo político, aunque los lazos comerciales se mantuvieron sólidos.

A pesar de la exclusión del rey, el evento contará con la presencia de diversos líderes internacionales, incluyendo presidentes de Brasil, Colombia, Chile y Cuba, así como representantes de varias naciones africanas y caribeñas. La ausencia de Felipe VI resalta la particularidad de la relación entre México y España en el contexto actual.

Reflexiones de Claudia Sheinbaum

Claudia Sheinbaum, durante un evento en el que inauguró el Museo Vivo del Muralismo, destacó que la negativa de España a responder a la solicitud de disculpas no solo era un agravio hacia el presidente, sino también hacia el pueblo mexicano. Subrayó que ofrecer perdón es un acto de orgullo y no de vergüenza, y enfatizó la importancia de reconocer la historia de los pueblos originarios de México.

Sheinbaum elevó el tono de su discurso, afirmando que la autodenominada “cuarta transformación” del país se siente orgullosa de su historia y de sus héroes, en contraste con una visión neoliberal que busca ocultar el pasado.