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¿Desde cuándo somos lo que somos?

A partir del año 2000 y hasta esta hoy se estima que más de mil millones de seres humanos han encontrado la muerte en un aborto intencionalmente provocado

La pregunta que por título lleva esta columna envuelve una de las cuestiones que más inciden en la definición de todos y cada uno de nosotros y es de tan graves implicaciones que ha sido en los últimos años un fuerte dolor de cabeza para los legisladores, los jueces y los políticos. En concreto me estoy refiriendo en conocer desde cuándo o a partir de qué momento cada quien es lo que es, un ser humano. Dicho en palabras más populares: ¿Cuándo comienza la vida humana? Pero no en relación a la aparición del hombre en el mundo sino al comienzo de la vida de cada quien. A partir del año 2000 y hasta esta hoy se estima que más de mil millones de seres humanos han encontrado la muerte en un aborto intencionalmente provocado. Para unos el aborto va en la línea de los derechos reproductivos, para otros lo es en relación a la equidad de género y para otros es una tragedia de nivel holocausto. Pero es necesario tener en cuenta que quienes han legislado a favor del aborto generalmente han argumentado que los científicos expertos no se ponen de acuerdo en definir a partir de qué momento comienza la vida humana de tal suerte que en ese contexto incertidumbre se perciben autorizados a no reconocer derechos al hijo en gestación sino sólo a la madre. Así fue en el caso Roe vs. Wade cuando en enero de 1973 la Suprema Corte de los Estados Unidos despenalizó el aborto e igualmente en esa supuesta incertidumbre científica se basó la Asamblea Legislativa del entonces Distrito Federal para la despenalización del aborto en 2007. Bien, pues resulta que un candidato a obtener el grado de Doctor en Derecho por la Universidad de Chicago en 2019, el abogado Steven Jacobs, presentó su trabajo doctoral con el título “Biologists´ Consensus on When Life Begins” que traducido es “El Consenso de los Biólogos acerca de Cuándo Comienza la Vida”. En primer lugar diré que la idea de este joven licenciado en Derecho fue intentar obtener una respuesta consensuada sobre el momento del comienzo de la vida humana según los más expertos en la materia. Fue así que primero encuestó a 2,899 norteamericanos para saber qué modalidad de profesional era el más indicado para opinar sobre ese asunto y resultó que el 81% de los encuestados eligió a los biólogos. Entonces Jacobs se abocó a buscar en 1,058 instituciones académicas entre las que reclutó a 5,502 biólogos con diferente tipo perfil: Unos muy a favor de que la mujer elija, otros muy a favor de la vida, otros muy liberales, otros muy conservadores, unos que se reconocieron muy afines al Partido Demócrata y otros muy afines al Partido Republicano. Resultó que el 95%, es decir 5,212 de los 5,502 biólogos, llegaron al consenso de que la vida de un ser humano comienza en la de fecundación, esto es, cuando el espermatozoide penetra al interior del óvulo y desde la primera célula del recién concebido se trata -sin duda científica alguna- de un ser humano. Poco después de publicados los resultados del trabajo de Jacobs el mundo se encontró amenazado y enlutado por la pandemia su estudio no tuvo la difusión y análisis que de ordinario hubiesen sido en tiempos normales pero, no obstante, el poder del consenso de los biólogos ha penetrado y forma ya parte de nuevos argumentos bien respaldados que motivan a una nueva reflexión sobre la permisividad del aborto en un creciente número de países. Han trascendido voces que, aunque les queda claro que la vida humana arranca desde la fecundación, sostienen aún que una cosa es que se trate de un ser humano y otra es que tenga derechos iguales a los de cualquier ser humano ya nacido pues proponen que no pueden ser todavía reconocidos como personas y no tienen personalidad jurídica pero la verdad es que biológica yontológicamente un ser humano es una persona independientemente de su edad y tiene los derechos fundamentales de cualquier ser humano o persona, y en este punto el acuerdo es cada día mayor. En realidad el dilema del aborto no se acabará con el reconocimiento de que el embrión humano desde su preciso comienzo es una persona, pues este no es el fin de la discusión sino que es apenas el nuevo principio del dilema. Pero que los más expertos sobre la vida hayan llegado a este consenso es ya un buen y nuevo comienzo de una discusión más científica, más abierta, más sincera y menos manipulable a modo. Madre e hijo tienen derecho a la vida, a la salud y a la protección del Estado.

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