El raite
Intentan lavar la imagen de alguien y luego lo hacen aparecer en un encuentro al que forzosamente quieren que parezca casual.
Deben tener una ubicación privilegiada los terrenos, como para que valgan la polémica que causó el raite al aeropuerto de Cajeme.
Asumiendo desde luego que esa sea la verdadera causa del encuentro a bordo de esa potente Ford Lobo.
Pero no, para mí ese no es el verdadero motivo en principio porque para tratar la compra-venta de un terreno están los subalternos de cada uno.
Además de que hay quien se ocupe de esos asuntos que en realidad son menores, también es necesario más tiempo del que se tarda uno en llegar al aeropuerto.
Ni modo, de tanto ver cosas uno se hace desconfiado.
Intentan lavar la imagen de alguien y luego lo hacen aparecer en un encuentro al que forzosamente quieren que parezca casual.
Lo que sí veo es que no hay fantasmas mentales, no hay telarañas ni traumas y en aras de mantener una gobernabilidad, de conseguir cosas positivas para el Estado se hace lo que se tenga que hacer.
Ya veremos luego si sale más caro el caldo que las albóndigas.
Puede que ese terreno sea el más caro (políticamente hablando) o puede que no. Es cosa de dejar correr las semanas e ir desenredando esa madeja de rumores que se siguen tejiendo aún tras el famoso raite al aeropuerto.
Ambos se conocen, eso sí de hace muchos años y tampoco extraña el trato cercano, pero sí el público y el contexto en el que se da.
En lo personal y desde que inició esta administración he visto un comportamiento más demócrata, alejado de traumas y de odios del pasado arrastrados a la fuerza al presente.
Entonces supongo que ese encuentro parte de esa premisa, sumar a quien tenga algo que aportar.
Sin embargo, tratándose del personaje al que se sumó o pretende sumar, se ponen en riesgo también algunas narrativas que en su momento ayudaron a sumar votos, mismos que ahora quizá podrían restarse… quizá.
¡PAREJITOS!
Ignoro qué tanto se quieran Alfonso Durazo y Antonio Astiazarán, pero sí me queda claro que ambos han tejido acuerdos políticos que aún hoy se mantienen vigentes y dando resultados.
En Morena por mucho berrinche que hagan a “Toño” no lo tocan y no sólo eso, sino que le han aprobado su propuesta de presupuesto para el 2023.
Obvio que el Alcalde presumió desde temprano en los comunicados de prensa que mandan sus operadores, la aprobación por unanimidad de parte de su cuerpo de regidores.
Sin la menor oposición el Alcalde capitalino ha logrado empujar el documento que ahora será aprobado, creo yo, sin problemas en el Congreso del Estado.
En consecuencia, no veo a los diputados del PAN poniéndole “peros” a la propuesta de presupuesto que envió el gobernador Alfonso Durazo hace unos días.
Amor con amor se paga pues.
En dos cosas deben coincidir el Gobierno estatal y los municipios: En la urgencia de mejorar su capacidad recaudatoria, ante el evidente abandono de la Federación que manda lo menos posible apoyos financieros a los gobiernos locales, toda vez que sus programas sociales y grandes obras reclaman hasta el último centavo recaudado.
Entonces no tiene caso que se hagan tontos, Estado y municipio deben recaudar y más y mejor, así que al menos en ese aspecto no se deben estorbar.
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