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Mundial sin alcohol

La prohibición para el consumo de alcohol en Qatar durante este mundial de futbol bien merece una revisión

La prohibición para el consumo de alcohol en Qatar durante este mundial de futbol bien merece una revisión; para ello conviene recordar y destacar algunos puntos. Nuestros ancestros, el gorila y el chimpancé, mientras vivieron trepados en árboles se alimentaban de frutos frescos que tomaban de las ramas pero cuando la vegetación cambió a pastizales en África, hace ya decenas de millones de años, tuvieron que vivir más tiempo en el suelo y comer los frutos demasiado maduros que caían de los árboles y que ya fermentándose contenían alcohol y esto provocó que sufrieran una mutación para desarrollar una enzima capaz de procesar bien el alcohol; más adelante nos la heredaron. Esto hoy lo sabemos por recientes estudios paleogenéticos. El hombre comenzó a producir alcohol al tiempo que aprendió a cultivar la tierra, hace nueve mil años, y una evidencia de ello es el hallazgo en China de vasijas de arcilla con restos de una bebida alcohólica a base de arroz fermentado, miel, mijo y uva. Algo que después los egipcios hicieron cerveza de los granos que almacenaban. Luego los antiguos griegos y romanos produjeron vino, más adelante en América del Sur se produjo la “chica”, y en lo que hoy es México se inició la producción de pulque a partir de savia de cactus en tanto que los africanos hicieron cerveza del plátano y en lo que ahora es Japón se hizo el “sake” a partir del arroz.

Finalmente hicimos bebidas destiladas, más concentradas en alcohol. Desde la antigüedad algunos se complacieron en los efectos benéficos del alcohol mientras que otros se preocupaban por sus efectos perjudiciales. Muy antiguos textos judíos y cristianos mencionan el vino en ceremonias y rituales pero señalan su abuso como una ofensa a Dios. En el Medio Oriente, África y España una regla islámica reprobaba orar borracho y paulatinamente llegó a una regla de prohibición total del alcohol. En el Corán, libro fundamental del islamismo, se menciona un doble efecto del alcohol: " Te preguntan, Oh Profeta, sobre los embriagantes y los juegos de azar. Di, en ambos hay un gran mal, así como algún beneficio para las personas, pero ese mal pesa más que el beneficio" (Corán 2:219). En “whyislam.org”, un sitio musulmán de Internet, se lee: “Debido a que la nocividad del alcohol supera cualquier mérito que pueda tener, Dios ha prohibido su uso.

Esta regla general es para la seguridad de cada individuo, así como de la sociedad en su conjunto” y argumenta que el mundo sería mejor sin el alcohol trayendo al caso el reporte del Estado Global de 2018 de la OMS que destaca que cada año mueren más de tres millones de personas a causa de daño por alcohol, que unas 200 enfermedades hepáticas, cardiovasculares, mentales, cáncer, infecciones y otras están vinculadas al consumo de alcohol, además, que entre personas de 15 a 49 añosde edad el primerfactor de riesgo para muerte y discapacidad tiene relación con el alcohol y que éste acarrea efectos desastrosos no sólo en quien lo consume sino también en sus familiares además de la tremenda carga social por los accidentes y violencia que provoca.

Finalmente el mencionado sitio explica que se puede tener diversión, descanso, relajación y celebración sin necesidad de recurrir al alcohol. Bueno, a todo esto no debemos olvidar que en algunos países latinoamericanos -Brasil, Bolivia, Chile, Colombia y Venezuela- se aplica en ocasiones especiales la popularmente conocida “ley seca” que impone restricciones sobre la venta de alcohol a fin de que no se alteren el orden ni la seguridad pública, y que se aplica en México durante las elecciones u otras circunstancias. Esto no deja de sorprender y provocar extrañeza a visitantes de otros países aunque para nosotros es algo ya muy natural pero sin ocultar que opiniones van y vienen acerca de que tal ley restringe innecesariamente las libertades y que no deja de ser una imposición dudosamente justificada. Bien, en lo personal considero que consumir alcohol con moderación y sin la intención de que perturbe la condición racional de la persona, no implica conflicto ético alguno, aunque comprendo y respeto a quien prefiera no consumirlo. Por otro lado, me queda claro que cuando alguien necesita del alcohol para pasar un rato contento, pues como que algo no le anda bien. No me queda claro un mundo sin alcohol aunque sí me queda muy claro que el mundo estaría mejor si el consumo de alcohol por cada quien fuese siempre moderado y sin llegar a los cambios mentales que tanta desgracia han provocado y lo siguen haciendo.

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