Derroche multimillonario

Alrededor de unos mil 850 millones de pesos se habrían gastado en la contramarcha de este domingo que fue convocada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y organizada por sus principales colaboradores, más los gobernadores de Morena.

Según cifras monetarias, la marcha de este 27 de noviembre que habría congregado en la CDMX a 1.2 millones de personas que se desplazaron de diversas partes del País, tuvo el costo referido mismo que se distribuyó en la renta de taxis, minvans, camiones, autobuses, comidas, refrescos y botanas, así como en pagos a coordinadores, líderes y promotores.

Considerando la cantidad total de marchistas y el gasto global de mil 850 millones de pesos, se tiene que al sector público le costó cada asistente más de mil 500 pesos.

En otras palabras, la erogación por persona que se hizo presente en la congregación multitudinaria de este domingo, fue equivalente a casi nueve veces el salario mínimo general; esto es, nueve días de trabajo por unas horas de marcha.

¿Qué fue lo que les costó más a los organizadores oficiales?

Trascendió que el rubro más costoso fue el pago que los acarreadores tuvieron que hacer a los asistentes para renunciar a su domingo y estar presentes en el Zócalo: Entre 500 y mil pesos; en promedio 750 pesos.

En este apartado, los gobernadores, alcaldes, legisladores, sindicatos y dirigentes locales de estados y municipios afines a la 4T, habrían desembolsado la friolera de unos 900 millones de pesos.

El segundo renglón que requirió más recursos fue el del transporte, el cual quedó evidenciado en las redes sociales, donde se demostró la fuerza corporativa de las organizaciones sindicales que responden a las indicaciones de Morena.

La movilización sería de unos 900 mil acarreados de todo el País en alrededor de 17 mil 500 autobuses.

Otro descomunal gasto fue el hospedaje de esas 900 mil personas que se desplazaron de todos los rincones del País, lo que sumaría cuando menos otros 225 millones de pesos más.

A este monto hay que agregarle los gastos en alimentos de los 900 mil que empezaron a arribar a la capital la noche del sábado y se debieron regresar a sus lugares de origen el domingo por la noche.

Obviamente los marchistas cenaron al llegar a la CDMX, luego desayunaron y después comieron; todo por unos 750 pesos por cada uno de los 900 mil acarreados; en este caso la bolsa gastada fue de 675 millones de pesos.

Además, deben sumarse otros 225 millones de pesos en alimentos para otros 300 mil marchistas de la capital del País que se agregaron a los 900 mil foráneos.

También hay que añadir los costos de paraguas, banderines, carteles, mantas, camisetas, cachuchas, mochilas, calcomanías, botones, pulseras y otros presentes alusivos a la mega marcha, los cuales se habrían cotizado en unos 50 millones de pesos. En plena crisis, el Gobierno federal abre la chequera con fines puramente político-electorales… la promoción y el apuntalamiento de la economía, puede seguir esperando.

BOURS Y DURAZO

La cercanía evidente entre el ex mandatario estatal Eduardo Bours y el gobernador Alfonso Durazo responde a que el primero es asesor del segundo en tareas estratégicas con los empresarios del Sur de Sonora.

Esta es la versión dada a conocer por el mismo Durazo en la ceremonia de reinauguración del Hotel San Carlos Plaza a mediados del pasado mes de agosto.

Sin embargo, pareciera que el acercamiento entre ambos personajes tiene mayores alcances y que el cajemense será el más beneficiado.

Por lo pronto, Bours hace valer su condición de ex Gobernador y le roba reflectores al de Bavispe.

Los empresarios de Cajeme, liderados por la familia Bours, son complicados en los negocios y pelean especialmente fuerte contra Hermosillo y el Gobierno del Estado.

Por décadas los agrotitanes del Sur han sostenido notorias diferencias con los del Centro y a final de cuentas la balanza ha favorecido tanto a la capital sonorense como a la administración estatal.

En esta historia de hostilidades, Ciudad Obregón se ha rezagado en lo económico y en materia de seguridad.

El gobernador Durazo promueve un crecimiento y desarrollo económico más balanceado en el Estado por lo que Obregón podría volver a la vida durante el actual sexenio.

Todo dependerá de la buena actitud de los grandes productores del Sur y de que tengan un real proyecto para rescatar a la cabecera cajemense, porque hasta ahora poco han hecho (sino es que nada) por salvar a la ciudad que tanto les ha dado.

Javier Villegas Orpinela tiene maestría por el Itesm, economista UANL y diplomado en Northwestern University. Director de la revista Correo y profesor de Economía de la Unison.