Esos son los que gobiernan. OMG
“My Fellow Mexicans”, ese es el nivel real de nuestros “políticos
Si quieren conocer el auténtico y triste nivel de nuestra “clase política”, desde el Presidente para abajo, es cuestión de revisar las reacciones que tuvieron la semana pasada, después que la selección de futbol no pudo anotar el gol que evitaría la eliminación allá en Qatar o Catar o como le quieran decir.
Una senadora de la República, chihuahuense ella, de Morena para más señas y de nombre Bertha Caraveo, se indignó cuando Uriel Antuna no le hizo caso al “Chucky” Lozano y en lugar de cruzar un disparo con la zurda se le ocurrió “cachetear” el balón con el exterior del pie derecho y el portero de Arabia evitó el gol que hubiera puesto a México en los octavos de final (anyway iban a perder porque después les tocaba contra Francia).
La cosa no quedó en la indignación de la senadora (es en serio, ella tiene un escaño en el edificio fifí de avenida Reforma) que exigió a Yon de Luisa y Mikel Arriola, los dos inútiles que deciden al interior de la selección, comparecer ante el Senado. No es broma y, lo peor, es que hubo quienes la apoyaron. Cómo es que esos que “gobiernan” no saben que no hay forma de que los hagan comparecer ante el Congreso porque es una empresa privada.
La doña está como el “Canelo”, que se enfureció al confundir una playera con la Bandera Nacional y se lanzó a la yugular de Messi amenazando con golpearlo si se lo encontraba porque el argentino se puso en plan de “masiosare” (un extraño enemigo, pues) y pisó un trapo verde. Por lo menos el “Canelo”, que tuvo que reconocer que es medio wey y se excedió con algo que “ni al caso”, no tiene un cargo público al lado de AMLO.
A propósito del Peje. Decidió subirse al tren del mame mundialista y el día de la eliminación soltó un tuit muuuuy bonito y sentido: “Felicidades a la Selección, en particular por el juego de hoy que nos dio momentos de alegría y esperanza. ¡Animo! Como se expresó hace siglos en los Memoriales de Culhuacán: ‘En tanto que permanezca el mundo, no acabará la fama y la gloria de México-Tenochtitlan’”. Jajajajaja. Como dirían los chamacos “guarafac con esto”. ¿Qué tiene que ver Tenochtitlan con estos ídolos de papel, tan malos para jugar, pero tan buenos para gritar y taparse la cara mientras se tiran cada vez que un rival les jala el short?
Pero luego reflexionó y pensó que se había visto muy “loser” al festejar una eliminación y al día siguiente nos salió con algo así como que “somos mucha afición para la bazofia de futbolistas que tenemos” (hay que reconocer que en eso sí somos como Dinamarca) y deben crear escuelas y destinar recursos para ello. Se dio cuenta que había bateado otro “foul”, porque esto no es su “fart” y debió reconsiderar que era asunto del sector privado, pero está presto para ayudar si Emilio Azcárraga y el “Tío Ricardo” Salinas se ven en apuros económicos. Ya ven que batallan para pagarle a Coppel. ¿Cómo sería el apoyo? Pues en una de esas le dice a don Luis Cresencio Sandoval que sea el DT y ordene una formación 2-5-3 ó 3-3-4 ó 1-2-4-2-1. Ya ven que los militares no saben de muchas cosas pero él busca que lo saquen de todos sus apuros. Ok, pues, casi todos porque no pueden con el combate a los criminales. En algo habrían de fallar, no sean exigentes.
Pues sí, “My Fellow Mexicans”, ese es el nivel real de nuestros “políticos”. Si el Presidente no le entiende, qué podemos esperar de los gobernadores ineptos. Hablo de ooootros gobernadores, no del que están pensando, ¿right?
Una gran mujer
Un abrazo a Javier Gándara Magaña, sus hijos y nietos. Marcela Fernández de Gándara será recordada como esa gran mujer que dio mucho por sacar adelante a Sonora. Cuando pudo haberse quedado tranquilamente en su casa, Marcela fue a las calles, a las colonias y la posición económica privilegiada con que le tocó nacer la usó para ayudar a los que menos tienen. Gracias Marcela por todo lo que hiciste en vida. Modificaste para bien muchos destinos que no tenían grandes esperanzas y eso no hay manera de pagártelo acá en la Tierra. Descanse en paz una sonorense ejemplar, una sonorense que merece que su nombre sea impreso en una calle importante de Hermosillo.