Tentaciones de un golpe
La posición del presidente López Obrador ante los esfuerzos de Trump de mantenerse en el poder y la declaratoria de estado de excepción por Castillo, fueron bastante preocupantes.
¿Qué sucedería si el presidente Andrés Manuel López Obrador declarara la disolución del Congreso, o la disolución de la Corte Suprema o inclusive declarar la desaparición del Instituto Nacional Electoral, instalando un Gobierno de excepción?
Esta discusión y análisis viene al caso, no sólo por lo sucedido en Perú esta semana. Recordemos que el presidente Donald Trump también consideró hacer uso de legislación de estado de excepción, después de las elecciones presidenciales en el 2020. En ambos casos los objetivos de ambos presidentes eran exactamente los mismos: Mantenerse en el poder, desconociendo la constitución y la voluntad del Congreso.
También en ambos casos fue la decisión de las fuerzas armadas lo que definió la resolución de la crisis en una forma pacífica.
Obviamente es importante poner en contexto la situación de ambos mandatarios. En el caso del presidente Pedro Castillo, este disolvió el Congreso e instaló brevemente un Gobierno de emergencia horas antes de que legisladores de un voto donde seguramente sería destituido. En el caso de Donald Trump, información periodística y testimonios del Comité de Insurrección del 6 de enero señala que el Presidente estadounidense buscó detener la certificación en el Congreso de los resultados electorales ya sea declarando estado de excepción o impidiendo que se llevara a cabo la ceremonia el 6 de enero en el Congreso. La única forma que hubiera tenido éxito ya sea Castillo o Trump necesitaban tener el aval de las fuerzas armadas y de otras instituciones de seguridad.
Porque la inconstitucionalidad e ilegalidad de su decisiones u órdenes, que debería ser uno de los contrapesos más importantes para controlar a los presidentes, claramente fue insuficiente. Pero en ambos casos las fuerzas armadas y policiales publicaron su respeto a las instituciones democráticas y a la Constitución. En el caso de las fuerzas armadas y la Policía Nacional de Perú, horas después de arrestar al presidente Castillo publicaron un comunicado de prensa donde aclaraban que “Cualquier acto contrario al orden constitucional establecido constituye una infracción a la Constitución y genera el no acatamiento por parte de las fuerzas armadas y la Policía Nacional de Perú”.
En el caso de las fuerzas armadas y policíacas estadounidenses, hubo varias instancias donde ex secretarios de la Defensa y el alto mando de generales y almirantes publicaron comunicados expresando la importancia de respetar la Constitución, las instituciones democráticas y la transición pacífica. El 6 de enero del 2021, día de la insurrección en el Capitolio, aunque llegaron tarde, policías y Guardia Nacional para retomar control del recinto legislativo y permitir que se llevara a cabo la certificación de Joe Biden como ganador y siguiente Presidente de los Estados Unidos -a pesar de todos los esfuerzos de Trump para detenerlo.
Obviamente es preocupante que sean las fuerzas armadas que descifren la constitucionalidad o no del comandante en jefe. Y la razón en que con más frecuencia los generales y almirantes se ven en esta conjetura es que, con más frecuencia gobiernos democráticamente electos están dispuestos a violar la Constitución en aras de mantenerse en el poder.
La posición del presidente López Obrador ante los esfuerzos de Trump de mantenerse en el poder y la declaratoria de estado de excepción por Castillo, fueron bastante preocupantes. Recordemos que México fue uno de los últimos países en reconocer y felicitar a Joe Biden como nuevo presidente de los Estados Unidos. Adicionalmente, en sus conferencias mañaneras continúa identificando al ex mandatario con afecto y promoviendo el regreso a Trump a Twitter -misma red social que usó el ex Presidente para incitar la insurrección al Capitolio.
En el caso de Perú, el Presidente justificó en un mensaje de la ingerencia de México y apoyo al ahora depuesto Pedro Castillo por la “la hostilidad en su contra hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución”. ¿Parecería decir AMLO que se justificaba la declaratoria de disolver el Congreso ante la eminente destitución?
Además de sus afinidades políticas, y ante la insistencia del Presidente de debilitar al INE por su preocupación por asegurar el control político de su movimiento, y el hecho que no le va a alcanzar el sexenio para afianzar su Cuarta Transformación, no es impensable que el Presidente decida salirse del orden constitucional. Podría buscar extender su mandato mediante una consulta ilegal o simple y llanamente no respetar los resultados electorales. Vuelvo a mi pregunta inicial: “Qué harán las fuerzas armadas si el presidente López Obrador decide declarar estado de excepción, disolver el Congreso, o la Suprema Corte o el INE?