Sedena, S.A.
No hay información sobre si la nueva empresa tendrá ganancias o sólo pérdidas, como es el caso del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en Santa Lucía
El presidente López Obrador, comandante en jefe del Ejército, aprovechó una de sus comparecencias mañaneras para hacer un anuncio publicitario de la empresa Sedena, S.A. ahora dueña de una línea aérea comercial.
La línea aérea, propiedad del Ejército, se va a llamar Mexicana de Aviación, dijo el Presidente, quien se comprometió a realizar un pago a los trabajadores de la extinta empresa, por el uso de la marca.
En el anuncio comercial del Presidente, en un espacio que se supone es sólo del Gobierno y no de empresas privadas, anunció la apertura de vuelos, para finales de 2023.
La empresa que abrieron los militares en este Gobierno, con el apoyo del Presidente, su comandante en jefe, lleva el nombre de Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica (Gafsaomm).
Gafsaomm, que depende directamente del secretario de la Defensa, es dueña del Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y los aeropuertos de Tulum, Chetumal y Campeche.
A estos bienes se añade ahora Mexicana de Aviación y son también dueños, junto con la Marina, del Tren Interoceánico, del que poco se habla.
Se ha dicho que al inicio la empresa contará con una flota de doce aviones, entre ellos, un Boeing Dreamliner 787-8, que en sexenios pasados estuvo al servicio del Presidente de México.
Una primera información plantea que el gasto operativo de la nueva línea estará entre los mil y mil 900 millones de pesos al año.
No hay información sobre si la nueva empresa tendrá ganancias o sólo pérdidas, como es el caso del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en Santa Lucía.
En versión del Presidente, que se ha revelado como un experto en la aviación comercial, la nueva línea, con su oferta, hará que los precios de los boletos de avión disminuyan en el mercado nacional.
Militares de alto rango del Ejército, que conocen bien el comportamiento de los ejércitos de Centroamérica y Sudamérica metidos en negocios, están molestos con la decisión.
Sostienen, a partir de evidencia sólida, que en la medida que los ejércitos entren al mundo de las empresas comerciales, necesariamente se corrompen. Y aseguran que el Ejército mexicano no va a ser la excepción.
Rubén Aguilar es doctor en Ciencias Sociales y profesor de la Universidad Iberoamericana. En Internet: www.miscuadernos.com.mx
@RubenAguilar