Mirador

MIRADOR

Por Armando FUENTES AGUIRRE

Mi casa, que es la tuya, está llena de Navidad.

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La pericia y decoro de Sheinbaum

Sucede que mi mujer y yo compramos un pequeño nacimiento de barro en Guadalajara en nuestra luna de miel -nos casamos en la temporada navideña-, y desde entonces nos propusimos allegarnos uno cada año. Tenemos ya 58, por lo tanto, más los muchos que nos han regalado quienes saben de esa costumbre nuestra. El más grande es mayor que de tamaño natural; el más pequeño -hay que mirarlo a través de una lupa poderosa- está tallado en un grano de arroz.

Hemos tenido navidades tristes. Mi madre falleció un 22 de diciembre. Cuando se desató la pandemia mi esposa y yo cenamos solos en la Nochebuena: Los dos teníamos Covid. Pero el espíritu del Niño Dios -del Dios niño- ha estado vivo siempre en nuestro hogar.

Ahora nuestra Navidad está cada día más cercana. La esperamos con la serenidad que da la fe. Cuando llegue tendremos un nuevo nacimiento.

¡Hasta mañana!