Los escenarios del Antropoceno
Más del 44% de toda el área terrestre del planeta ha sido modificada por la humanidad...
En materia de conservación de la Biodiversidad, el alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ONU) de aquí a 2030 es ya imposible, plantea Moisés Expósito-Alonso (España, 32 años).
Ecólogo y biólogo evolutivo, dirige el centro sobre plantas en la Institución Carnegie en la Universidad de Stanford (Estados Unidos).
En una entrevista con Jon Gurutz Arranz (El País, 08.12.22) afirma que de acuerdo a cálculos de su equipo, desde que se estableció el acuerdo, más de un 10% de todas las especies han desaparecido, esto exige replantearse los objetivos.
Sobre si estamos o no en el Antropoceno, el científico afirma “que no creo que haya problemas conceptuales con la definición, cuando más del 44% de toda el área terrestre del planeta ha sido modificada por la humanidad”.
Y añade que es “una época que comenzó hace más de 10,000 años con las primeras poblaciones humanas, la creación de asentamientos y popularización de la agricultura, y que ha continuado con nuestro crecimiento demográfico exponencial y los múltiples impactos ambientales en la Tierra”.
En su versión la pérdida de área del hábitat de un animal, afecta directamente a su capacidad de reproducirse y el “que una especie pierda su hábitat tiene serias implicaciones para la riqueza genética de un animal o planta, y su capacidad para hacer frente a los próximos desafíos del cambio climático”.
A partir de los estudios de su equipo “hemos, dice Gurutz Arranz, calculado el área del hábitat pérdida de muchas especies, y eso puede haber supuesto que ya un 14% de media de la biodiversidad mundial haya desaparecido y sea irreparable”.
“Lo que me preocupa más ahora mismo del Antropoceno es la extinción de la variación genética natural, dado que su ritmo de recuperación es mucho más lento que el de su pérdida. Nos importa un único animal, un tigre o un panda, mientras que el resto de las especies están sufriendo millones y millones de impactos”, dice el científico.
Y añade que “podríamos mantener ahora mismo el 100% de las especies del planeta en un museo o zoo, pero esto no las salvaría. Si todos son iguales, clones o hermanos, esperar a que a través de mutaciones naturales consigan recuperar su riqueza genética equivaldría a millones de años”.
Es evidente que “cuanto mayor sea el conjunto de mutaciones de las que pueda servirse una especie, mayores serán las posibilidades de dar con esa mezcla afortunada que la ayudará a prosperar a pesar de las presiones creadas por el cambio climático. A más diversidad, más posibilidades de sobrevivir”.
Twitter: @RubenAguilar
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