Porque estás triste… porque estás enfadado

“En todo caos hay un cosmos, en todo desorden un orden secreto”, Carl Jung.

En este mundo digital nos encontramos con muchas personas adictas a estar en línea, a estar inmersas en redes sociales, y una consecuencia de esto es que terminan concluyendo que la vida es enfadosa, es más difícil. Y esto lo vemos por ejemplo en personas de cierto nivel económico que ya no necesitan salir de casa para tener lo que desean, todo lo tiene al alcance de un clic, comprando en línea.

Aspectos a considerar

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No al pesimismo

Hoy tenemos de más tiempo para el placer, y esto tiene una desventaja desde el punto de vista neurobiológico. Veamos, en nuestro cerebro el dolor y el placer está bi-colocados del mismo lado. Esto significa que es necesario se encuentren en balance, cuando hay un grado de placer poco después hay un grado de dolor, a este proceso los científicos le llaman homeóstasis.

Pondremos un ejemplo muy sencillo: Estás muy cómodo viendo videos de YouTube de tu artista o show favorito. Llega un momento que es necesario cortar aquello, pero tu sensibilidad te dice sigue viendo, y ahí es entonces cuando no cortamos a tiempo; después viene un enfado o sensación de disgusto. Hacer esto ocasionalmente no afecta mucho, pero hacerlo de una manera crónica es lo que lleva después a depresión, irritabilidad, ansiedad. Cuando la persona es muy indulgente con sí misma con mucha recompensa entonces viene el balance con mucho dolor o enfado. Y esto nos lleva a ser más indulgentes, cayendo en un círculo vicioso.

Una solución a esto puede será vivir más la templanza, no darle al organismo todo lo que pide. Otro aspecto interesante puede ser el tener objetivos y metas atractivas que nos hagan tener esa tensión y stress sano que requiere todo organismo. Y en el caso de los hijos aplica el no darles todo lo que piden, que se ganen las cosas con un esfuerzo o trabajo.

Y el domingo que celebramos los cristianos el nacimiento del Redentor, que muestra fe y confianza con Él será un modo estupendo de que cualquier circunstancia adversa lograremos superar, y que si lo hacemos que esto nos lleve a agradecerle por habernos dado los dones y talentos necesarios para lograrlo.

Y te recuerdo, estimado lector, cuando uno está enfadado o aburrido no necesariamente es negativo, ya que en esos momentos nos pueden surgir ideas o incrementar la creatividad. Pero si inmediatamente buscamos el distractor seguimos dándole fuerza al placer y por lo tanto al dolor cuando nuestro cerebro busque el balance. Estar conscientes de esto será de gran ayuda. Felices fiestas.

Octavio F. Ballesteros Navarro. Socio del Despacho Asesores Ballesteros. Focalizados planes de ahorro y protección fiscalmente deducibles.