La serie de los Legionarios sobre Marcial Maciel que nunca pasó en la televisión
Los crímenes cometidos por Maciel se hacen públicos en 1997 cuando un grupo de ocho ex legionarios, abusados por él, lo denuncian. Es el principio del fin de Maciel.
El periodista Emiliano Ruiz Parra investigaba sobre una película que Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, había mandado hacer en 1952 y en esa búsqueda se encontró, en forma inesperada, con una serie de televisión que la congregación mandó hacer entre 2002 y 2003.
En Autorretrato de un demonio: La serie secreta de Marcial Maciel, reportaje publicado en Gatopardo (28.1122), da a conocer la historia y el contenido de esta serie, que finalmente los Legionarios de Cristo decidieron que no saliera al aire.
El periodista, que estudió Letras Hispánicas, tiene en su mano el cuaderno con la transcripción de los capítulos de la serie donde la estrella es el propio Maciel, que pretendía, con la misma, pasar como un héroe de la fe y como una víctima de calumnias que difundía la prensa.
Con esta producción la congregación se proponía lavar la imagen de Maciel, para exonerarlo de los probados casos de pederasta, drogadicción y sostener relación de pareja con dos mujeres.
La casa productora fue Apsotolate Resource Center (ARC), el realizador David Murray y el productor ejecutivo el sacerdote legionario Evaristo Sada, que fue muy cercano a Maciel.
Cuando la serie se grabó ya era evidente y pública la doble vida del fundador de los Legionarios de Cristo. Estos, por eso mismo, decidieron que ya no saliera al aire. Hacerlo era aparecer de manera pública, siempre lo fueron en privado, cómplice de este “criminal” como lo calificó el papa Benedicto XVI.
La serie consta de 19 capítulos de entre 17 y 23 minutos cada uno. En estos se cuenta la vida de Maciel desde su nacimiento en 1920 hasta 1950 cuando se establece en Roma con los primeros integrantes de la congregación.
En 1956, el Vaticano lo investiga por pederastia y drogadicción, lo separaron un tiempo de cargo de superior, pero en 1959 libra la acusación y asume otra vez la dirección de la congregación que funda.
Los crímenes cometidos por Maciel se hacen públicos en 1997 cuando un grupo de ocho ex legionarios, abusados por él, lo denuncian. Es el principio del fin de Maciel.
Ellos son: Félix Alarcón, José Antonio Pérez Olvera, Fernando Pérez Olvera, Juan José Vaca, Saúl Barrales, Alejandro Espinosa, Arturo Jurado y José Barba.
Maciel, que nació en Cotija, Michoacán, a los 20 años, en 1941, funda los Legionarios de Cristo con un grupo de trece seminaristas, que son los primeros miembros de la congregación.
La serie está dividida en siete apartados. Seis dedicados a la vida de Maciel: Cotija y su niñez, Orizaba, Fundación, El paso a Europa, Los años de Comillas y Cóbreces. El séptimo es Un día en la vida del fundador. Este último se ambienta en los años 2002 y 2003. El fundador se representa a sí mismo.
El narrador es Evaristo Sada y aparecen también Luis Garza Medina, entonces vicario general, y Rafael Moreno, secretario particular de Maciel. Hay escenas con Rafael Ducci y Daniel Brandenburg. Todos alaban al fundador.
Se le hace ver como un sacerdote dedicado a la oración y al trabajo. De madrugada, todavía de noche, empieza su oración, y el resto del día se dedica a las responsabilidades de su cargo.
Evaristo Sada, secretario general de la congregación, habla sobre la supuesta cotidianidad de Maciel que entre otras cosas implica que en un año se expidieron 12,600 cartas con consejos e instrucciones. Esto sin contar los correos electrónicos.
Al final de la jornada la única luz que queda prendida en la casa es de Maciel, que supuestamente se desvela trabajando. Se le hace ver como un líder religioso y también empresarial.
En la actualidad, el autor de este gran reportaje, Ruiz Parra, es titular de la Unidad de Investigación Periodística de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM.
Twitter: @RubenAguilar
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