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El vado y el lavado de Hermosillo

En más de 20 años que tengo de habitar cerca del Vado del Río Sonora, nunca había visto correr tanta agua ni por tanto tiempo como este año.

A propósito del aniversario de la ciudad de Hermosillo, es oportuno reflexionar sobre la situación y el rumbo que está tomando la ciudad. Te presento aquí dos temas diferentes e independientes que son o pueden ser preocupantes para la ciudad: El vado y el lavado de Hermosillo.

La misteriosa corriente de agua en el vado

En más de 20 años que tengo de habitar cerca del Vado del Río Sonora, nunca había visto correr tanta agua ni por tanto tiempo como este año. El vado siempre había sido un canal encementado seco que sólo llevaba agua después de los chubascos solo durante algunas horas. Sin embargo, desde hace como un año, tal vez desde las lluvias del año pasado, el agua comenzó a correr de manera permanente por el Vado del Río. ¿Qué está pasando? ¿Cuál es el origen de esta corriente? ¿Qué significa para la ciudad? Son preguntas que hay que contestar.

Hay que señalar que el funcionamiento tanto el vado como la presa Abelardo L. Rodríguez son responsabilidad de la Conagua. Más aún, esta dependencia federal es la encargada de regular y gestionar el agua y los usuarios de toda la cuenca del río Sonora. Pero la Conagua, además de muy centralizada y burocrática, desde hace tiempo parece que no existe a nivel local. Fuera de los pronósticos de tiempo que difunde diariamente, parece que “ni picha ni cacha ni deja batear”, no existe y no ha dicho esta boca es mía para informarnos de la situación del largo canal que cruza la ciudad.

Por información proporcionada por Agua de Hermosillo y otros expertos, parece ser que la corriente de agua se origina en unos respiraderos o afloramientos del agua a la altura de La Sauceda. A esta corriente se ha sumado, además, un desvío temporal de aguas negras de una reparación que está haciendo el organismo de agua, pero sólo por unas semanas.

A esto hay que sumarle que el canal encementado ya tiene más de 30 años y casi no tiene mantenimiento. Hay segmentos del canal en los que brotan pequeños humedales. Hay partes también en donde el agua de lluvia se va para abajo del cemento con tendencia a provocar socavones. Pareciera que el canal está dando señales de estar llegando al final de su vida útil. O se le da mantenimiento o hay que ir pensando qué hacer con la corriente que pronto se va a acabar la base de cemento del canal.

Por otro lado, la presa Abelardo reporta sólo 3.4% de almacenamiento y se supone que los acuíferos de la Victoria y la Mesa del Seri son deficitarios y están sobreexplotados. ¿No habrá manera de recargar esos acuíferos río arriba con esta agua? O ya de perdida, ¿No fuera posible ampliar la laguna y humedal o reactivar los juegos acuáticos de La Sauceda?

Pareciera que el sistema de contención y almacenamiento del agua del río Sonora ya no está funcionando. Es una lástima que el agua, que debiera almacenarse para el consumo futuro de Hermosillo, la mayor parte se esté evaporando al correr por el canal encementado y, en mucho menor proporción, esté alimentando los pozos de La Costa.

El lavado en Hermosillo

Un hermosillense radicado en Canadá publicó hace días un artículo con sus impresiones de los cambios que está teniendo la ciudad. Ahí pone especial atención en la sorprendente oferta de gran cantidad de condominios y casas de lujo; así como en el surgimiento de un buen número de restaurantes caros. Yo le agregaría que acabamos de pasar una temporada en que, debido a la Expo ganadera, todos los cantantes de moda se dieron la vuelta a la ciudad para dar shows muy bien cobrados.

Estos cambios y modificaciones nos hablan de que hay un sector de la población hermosillense con alto nivel adquisitivo y de consumo. Esto dicho en buen español significa lavado de dinero. El dinero del crimen organizado se tiene que invertir o gastar en algo. ¿Qué piensas?

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