Intocable y Morena: ¿Sinónimo?

Preámbulo: ¿Ya pidió licencia Alphonse? Semana 2 de Sonora sin Gobernador.

El Juego de las Corcholatas se está poniendo interesante y promete tener un final más candente que el de Estados Unidos contra México, donde los gringos le dieron una repasada a los renacidos #RatonesVerdes y todo acabó a ritmo de patadas. Por lo pronto, Claudia y su Dedito Amenazante ya enseñó a sus rivales que tiene una mecha muy corta y le duele el alma cuando le gritan: Piso Parejo. Imaginen qué hará cuando le recuerden cosas más sensibles. OMG.

Hay que reconocer que Morena nos está dando una cátedra de cómo pisotear la Ley Electoral sin que haya consecuencias. Al diablo con las instituciones, al diablo con el INE. Vaya problema en el que está metida la sonorense Guadalupe Taddei, la misma que quiere tener una bonita amistad con el Presidente. “¿Y todo para qué?, ¿y todo para qué?”, cantaría Intocable. Hablo de Morena, no del grupo musical que hizo popular esa frase.

El Peje piensa que con las gorditas de chipilín y el tour por Palacio Nacional que le dio a doña Guadalupe y sus acompañantes ya puede hacer lo que le pegue la gana sin que lo toquen. El INE ha sido puesto a prueba con las mañas de los morenos, a quienes encabeza un señor que debería estar gobernando Sonora, pero prefiere andar de réferi con las corcholatas. ¿Actuará la señora Taddei o va a cuidar su bonita amistad con el señor de los otros datos? Sería lamentable, costó mucho lograr que el proceso electoral pasara al control del pueblo como para regresarlo al Presidente… y todo por unas gorditas.

Ahora resulta que Morena, dirigida por Le Monsieur Durazé (Sonora puede esperar), se adelantó de manera flagrante a los tiempos electorales establecidos en la Ley. ¿Qué hacen para violar sin problema alguno? Dicen que en realidad están eligiendo a un coordinador para la defensa de la transformación. Qué lindos, primero que defiendan al pueblo de los atropellos que se dan día a día desde la mañanera o que defiendan a un pueblo de Sonora que eligió un Gobernador y le entregaron un demagogo al que le importa más colocarse para asegurar la siguiente liana de su vida política. Ya en serio, Alphonse trae un desbarajuste. Va de Palacio Nacional a Morena, luego a entregar despensas a los más pobres, la siguiente hora reubica al secretario de Hacienda, de quien ahora se dio cuenta que era mejor constructor de caminos que administrador de las finanzas estatales. Pero en Seguridad Pública sigue sin mover un solo dedo. De plano, mounsieur Durazè, ya has demostrado que no puedes con el paquete y encima agarraste otro. Por sentido elemental de la ética cuando deberías separarte del cargo mientras terminas con la farsa de las corcholatas.

Todos sabemos que el “coordinador defensor de las babosadas del Peje” resultará el candidato a Presidente y sus rivales irán a otras candidaturas ya pactadas. Lo mismo que hacían los priistas, sólo que aquellos no tenían trabas legales. Me recuerda aquella historia del “líder charro” priista setentero al que en el reparto de candidaturas le tocó poner a un alcalde. “Oiga, pero ese candidato no será aceptado por el pueblo, no lo quieren”. La respuesta fue clara, muy al estilo de estos morenos de ahora: “¿Y qué fregados tiene que ver el pueblo en esto? Se trata de poner un alcalde que nos convenga, no que les guste a ellos”. Hagan de cuenta.

Así están actuando los “diferentes”. El problema es que nadie reclama, a nadie parece molestarle. Los “legisladores” sonorenses actúan de comparsa de un tipo que abandona un Estado repleto de problemas, porque no les conviene contravenir al todopoderoso. Finalmente saben que es el director de esa banda llamada Intocable, así que no es sano para sus bolsillos exigirle que sea responsable. ¿Y todo para qué?

Las grúas

Al fin alguien se atrevió a ponerle un alto al abuso de los dueños de las grúas y el corralón en Hermosillo. Toño Astiazarán que ya no habrá costo de arrastre y almacenamiento cuando una grúa se lleve un auto. Será solamente la multa y eso es un gran avance. Esos señores hacían lo que querían y uno pagaba las consecuencias, eran verdaderos atracos. Buena decisión del alcalde capitalino, ojalá los demás municipios sigan el ejemplo.

Martín Holguín