Universidades en el escaparate
Las de más alto puntaje tienen una alta proporción de profesores en relación a los alumnos, y de igual manera esas instituciones tienen altos niveles de diversidad cultural, étnica y racial, y un razonable equilibrio de género.
El sábado recién pasado comentamos aquí sobre el “ranking” mundial de universidades a cargo de la organización británica QS, la más consultada en el mundo. Veamos hoy los detalles relevantes de las cinco mejores universidades del mundo, de Latinoamérica y de México.
El Massachusetts Institute of Technology (MIT), en Cambridge-Boston, privada, primer lugar mundial (por 12 años) con puntaje de 100. Tiene 39 carreras, un profesor por cada tres alumnos, hoy 4,300 alumnos de pregrado: 29% extranjeros, 29% blancos, 41% mujeres, el 20% recibe apoyo económico federal por incapacidad económica. De los aspirantes ingresa solamente el 7%. Ha dado catorce premios Nobel.
Segundo lugar mundial: Universidad de Cambridge, pública, en Reino Unido, con un puntaje de 99.2; 18 mil estudiantes (sólo 20% son locales). Cuenta con 100 bibliotecas con 15 millones de libros, nueve museos, 98 premios Nobel y 15 primeros ministros de la Gran Bretaña.
El tercer puesto es para la Universidad de Oxford (Reino Unido), con puntaje de 98.9, pública, con 39 colegios que se gobiernan a sí mismos y 39 pabellones privados de origen religioso –algunos incluso monásticos, una red de instituciones para becas excelentemente organizada. Oxford es la primera universidad de habla inglesa (1096) y la segunda a nivel mundial que ha servido por más tiempo sin pausa alguna. Ha dado 77 premios Nobel y 160 medallas olímpicas.
El cuarto sitio es para la Universidad de Harvard (Cambridge-Boston), con puntaje 98.3, privada, 9 mil alumnos de pregrado, 5% de los solicitantes ingresan y una tasa de graduación del 98%. Un profesor por cada cinco alumnos. El 36% de sus alumnos son blancos y el 18% recibe apoyo económico federal. Harvard tiene 79 bibliotecas con 20 millones de volúmenes. Ha dado 49 premios Nobel, 110 medallas olímpicas y ocho presidentes a su país.
La Universidad de Stanford (California) tiene el quinto lugar mundial, su puntaje fue de 98.1, privada, 16 mil alumnos, un profesor por cuatro alumnos, son aceptados el 5% de los aspirantes y tasa de graduación de 95%; el 31% son blancos, 24% extranjeros y 46% mujeres. El 18% de los alumnos reciben económico apoyo federal.
Universidades latinoamericanas: Primer lugar para la Universidad de Sao Paulo, Brasil, posición 85 a nivel mundial, puntaje 62.8, pública. En segundo sitio la UNAM, lugar 93, puntaje 61.4, pública, 48% mujeres. Tercer lugar Universidad de Buenos Aires, lugar mundial 95, puntaje 61, pública. Cuarto sitio la Pontificia Universidad Católica de Chile, lugar mundial 103, 59.9 puntos, privada. Quinto, la Universidad de Chile, pública, nivel mundial 159 y 50.2 de puntaje.
Universidades de México: Primer lugar UNAM, 226 mil alumnos de pregrado. Segundo lugar, Tec de Monterrey, privada, no lucro, sitio mundial 184, puntaje 47.6, 44% mujeres. Tercero, ITAM, lugar 651, privada, 38% mujeres. Cuarto lugar, Universidad Panamericana, lugar mundial 661, privada, no lucro, 49.5% mujeres. Quinto sitio Colegio de México, lugar mundial 681, régimen público, 440 alumnos hoy.
Muy bien, pues podemos ver cómo las mejores universidades tanto del mundo como de América Latina y de México son de dimensiones muy variadas en cuanto al número de alumnos, más o menos similares en la proporción de hombres y mujeres, con una desproporción muy evidente en cuanto a la aportación de premios Nobel, ya que en las norteamericanas y europeas se concentra una desbalanceada proporción de este tipo de reconocimientos, y asimismo en el hecho de que las de primer mundo suelen no sólo tener éxitos en aportación de nuevos conocimientos e innovación sino también en deporte.
Las mejores universidades incluyen tanto públicas como privadas.
Las de más alto puntaje tienen una alta proporción de profesores en relación a los alumnos, y de igual manera esas instituciones tienen altos niveles de diversidad cultural, étnica y racial, y un razonable equilibrio de género.
Curiosamente, las mejores tienen niveles de exigencia académica más elevados para la admisión de sus aspirantes y la incapacidad económica de los alumnos muchas de ellas lo resuelven gestionando apoyos públicos y privados.