Peso Pluma no es “Swifty”
Tengo la sensación que Xóchitl Gálvez o su equipo, o ambos, se están perdiendo y puede resultarles costoso.
Preámbulo: ¿Ya pidió licencia Alphonse? Claro que no. Ahora hay crisis (ooootra vez) en Cajeme porque tres policías, que además eran hermanos, fueron ejecutados. Otros decidieron renunciar por las condiciones de inseguridad y los malos sueldos. ¿Y el “gobernador” (con minúsculas y entre comillas)?, nos preguntaremos los sonorenses. Ah, pues resulta que fue a CDMX a cerrar acuerdos con el Presidente. Clarooo, hay que creerle, no vayan a pensar que andaba en la coordinación del Corcholata Fest. De ahí regresa y se va al otro extremo, a San Luis, para algo de vivienda a donde pudo haber enviado a “un propio” (así dicen ellos), e irse a ver qué sucede en Ciudad Obregón. Después andaba feliz celebrando nueve años de Morena. Wow, qué padre, qué felicidad. Traigan los gorritos, las serpentinas y el pastel. Los muertos pueden esperar. Total, ahí está María Dolores para poner una mesa que más aplauda. Semana 5 de Sonora sin Gobernador. Como dirían los españoles: ¡Vaya tela!
Tengo la sensación que Xóchitl Gálvez o su equipo, o ambos, se están perdiendo y puede resultarles costoso. Quieren forzar un movimiento que empezó completamente orgánico e impulsado por el mismo Peje, las corcholatas y los moneros morenos. Salieron con esa onda del “Tamal” (Ta Mal la 4T, dicen con mucho orgullo), que es una idea bastante simplona y le quita espontaneidad a la casi segura candidata opositora. Después sacaron ese remedo de parodia musical, “La Chica del Huipil Azul”. Las reacciones deberían dejarlas en manos del pueblo, porque así nació. ¿Para qué meterle producción cuando no es necesario? Déjenla transitar como es ella, que declare lo que se le ocurra cada día y se mueva como le pegue la gana. Si siguen así le van a robar su esencia, ella no necesita demostrar que es “pueblo”. Además, con esos spots e infografías tan producidas (muy malitos, por cierto) hacen sentir que hay mucho dinero detrás de ella. Xóchitl es un producto que nació de la nada, espontáneo y pegó bien entre mucha gente. Es diferente a los políticos “mainstream” y ahí radica su encanto. No pretendan convertir a Peso Pluma en Taylor Swift.
A propósito de la oposición, se está armando la grande en Movimiento Ciudadano. El tapatío Enrique Alfaro pintó su raya y dio su apoyo a Xóchitl, mientras que Dante y Samuel García dicen que con el “Prian” ni a la esquina. Inteligente y congruente Alfaro. Porque MC, en la realidad, está lleno de priistas que tienen el mando, como en Sonora.
Don Porfirio
Casi siempre se manejó fiel a sus ideas, pensando en un México más democrático, justo, con leyes mejor hechas y estructuradas. Fue el hombre clave en el surgimiento real y organizado de la izquierda, que antes de su irrupción, en 1988, daba tumbos. Salvo personas valiosas como don Heberto Castillo y algunos más, esa izquierda era fantasmal. En eso, Porfirio Muñoz Ledo decidió que era hora de separarse del PRI, donde había sido de todo y sin medida. Al lado de Cuauhtémoc Cárdenas formó el primer gran movimiento, superaron cualquier expectativa y llegaron a la elección presidencial más recordada de la historia, por el nivel de los involucrados. Él, con Cuauhtémoc, la desmedida fuerza priista con Carlos Salinas y el PAN con aquel hombre combativo y ejemplar que era Manuel “Maquío” Clouthier. Ahí se marcó el inicio del fin de aquel asfixiante y nefasto dominio priista, que se tambalearía más en 1994 con el asesinato de Colosio, el sufrido triunfo de Zedillo y estallaría en el 2000 con la irrupción de Vicente Fox. Don Porfirio fue consejero de Fox, pero el guanajuatense no le entendía muy bien y le renunció. Después se alió al Peje, quien definitivamente no existiría en la política actual si no hubiera sido por aquel movimiento del 88. Su espíritu libre y pensamientos auténticos tampoco hicieron click con el autoritarismo pejista. Le puso la Banda Presidencial, pero no aceptó someterse a los caprichos del chairismo y fue repudiado. Un gran orador, intelectual y político de oficio, el último de los que realmente sabían para qué debe servir el poder. Con Muñoz Ledo se va una mente brillante y clara que hará mucha falta en el proceso del próximo año. Sus intervenciones en el Congreso serán referente por muchos años. Descanse en paz un gran mexicano. Quizá muchos podríamos no coincidir con él en algunos puntos, pero compartimos su visión y compromiso con México. Gracias, don Porfirio.