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Voz del Papa

En su carta dedicada a Pascal, señala el papa Francisco, que el tema de la felicidad es el que más importa y los filósofos desde siempre se lo han cuestionado. 

1) PARA SABER

“La vida feliz y dichosa es el único objeto de toda la filosofía”. Esta afirmación de Cicerón (106-43 a.C.), señala una cuestión filosófica por excelencia: La felicidad, el sentido pleno de nuestro destino, de nuestra vida. En su carta dedicada a Pascal, señala el papa Francisco, que el tema de la felicidad es el que más importa y los filósofos desde siempre se lo han cuestionado.

Para resolverlo contamos con la razón humana, que es sin duda una maravilla de la creación; es lo que hace la diferencia del hombre y todas las demás criaturas, porque “el hombre es sólo una caña, la más débil de la naturaleza, pero es una caña que piensa” (Pascal). Sin embargo, la razón por sí sola no puede resolver los interrogantes más elevados y urgentes. Pascal confía en el poder de la razón natural, pero eso no le impide reconocer que tiene límites y, por ello, se abre a las razones sobrenaturales de la Revelación, las cuales sí le proporcionan las respuestas requeridas.

2) PARA PENSAR

Aunque uno se reconozca con límites, ello no lo excusa del esfuerzo para hacer fructificar los propios talentos. Un ejemplo nos lo da uno de los mayores mitos cinematográficos: Ruth Elizabeth «Bette» Davis (1908-1989). Actriz estadounidense de teatro, cine y televisión, quien destacó por su facilidad de interpretar personajes antipáticos, tales como de mujer fría e insensible, calculadora, endiosada, asesina, adúltera, alcohólica, egoísta, o abordar sin problema los papeles opuestos a los citados. Ella decía: “La clave de la vida es aceptar retos. Una vez que uno para de hacerlo, está muerto”.

Fue la primera mujer en ser presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Obtuvo en dos ocasiones el Óscar por Mejor Actriz y fue nominada 10 veces. Tuvo en su haber más de 100 películas. Su manera de ser frontal y su cigarrillo contribuyeron a forjar una imagen pública que a menudo fue imitada y satirizada. Sin embargo, todo fue fruto de mucho trabajo. Así lo decía: “Cuando el público me ve en la pantalla está viendo muchos años de sudor”. Ello nos lleva a pensar si hacemos fructificar los propios dones.

3) PARA VIVIR

Pascal, que estudió con profundidad la condición humana, quería hablar de Jesucristo a los que se apresuran a declarar que no hay ninguna razón sólida para creer en las verdades del cristianismo. Sabía que lo que dice la Revelación no se opone a la razón, sino que aporta la respuesta inaudita a la que ninguna filosofía podría haber llegado por sí misma. Su actitud es sumamente estimulante, dice el Papa, porque nos recuerda la grandeza de la razón humana y nos invita a acoger las verdades de la fe que la Iglesia nos transmite, las cuales pueden ayudarnos a atravesar las oscuridades y las desgracias de este mundo.

Pascal, con inteligencia y fe viva, quería demostrar que la religión cristiana es “venerable porque ha conocido bien al hombre” y “amable porque promete el verdadero bien”. Tras estudiar las grandes religiones, Pascal llegó a la conclusión de que la salvación no vendrá por nuestro propio pensar, sino a través de la acción de Dios en nosotros que nos hará encontrar la verdad y el bien, y con ello la verdadera felicidad.

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