Polarización, la palabra del año
El Presidente se ha convertido en el más importante polarizador del País, siempre habla de la realidad en términos de dos grupos enfrentados.
El pasado 27 de diciembre la Fundación del Español Urgente, que promueve la Real Academia Española (RAE), y la Agencia EFE, eligieron polarización, como la palabra del año 2023.
En el diccionario académico de la lengua esta palabra se recoge desde 1884 para aludir a situaciones en las qué hay dos opiniones o actividades muy definidas o distanciada, en los polos opuestos, con la idea implícita de confrontación.
El término polarización se ha impuesto a las otras once palabras contempladas por la enorme presencia que ahora tiene en los medios y a la evolución de su significado.
Según el Diccionario de la Lengua Española, polarizar es, entre otras cosas, “orientar en dos direcciones contrapuestas”, y en el Diccionario esencial se ofrece el siguiente ejemplo: La guerra polarizó la sociedad.
Desde 1884 al día de hoy el concepto polarización ha evolucionado y en 2001, polariza y, en consecuencia, polarización, adquiere el sentido de “orientar en dos direcciones contrapuestas”.
Ahora todos los días, no sólo en los países donde se habla el español, sino en muy distintas regiones del mundo se encuentran en los medios muchos ejemplos del uso de la palabra polarización.
Hoy se habla de la polarización de la sociedad, de la política, de la opinión pública, de las posturas en las redes sociales, de las preferencias en los equipos de deportes y en otros muchos campos.
Tanto el verbo polarizar como el sustantivo polarización se utilizan con mucha frecuencia para expresar la idea de división en dos bloques, posiciones u opiniones enfrentados.
En el caso particular de México desde el inicio del presente Gobierno federal, la palabra polarización se utiliza para definir la manera de comunicar y gobernar del Presidente, y también para describir el ánimo social y el estado de la política.
Es evidente que López Obrador, desde su comparecencia de todas las mañanas, que no conferencia de prensa, con sus insultos y descalificaciones a sus adversarios, polariza la vida pública.
El Presidente se ha convertido en el más importante polarizador del País, siempre habla de la realidad en términos de dos grupos enfrentados. Los otros que merecen todo tipo de insultos y los míos acreedores a todo tipo de elogios.
Habla de un pueblo bueno y otro que no lo es, se pertenece a uno y otro en la medida que se apoye o no las ideas y las políticas que él implementa.
Para López Obrador la polarización es uno de los ejes centrales de su estrategia político - comunicacional. El País se divide entre buenos y malos y él decide quien está en un lado y otro.
Fomentar la polarización no es algo original o único del Presidente mexicano sino es propio de la manera de comunicar y hacer política de todos los populistas sin importar si se dicen de derecha o izquierda.
Los organizadores para elegir la palabra del año utilizan dos grandes criterios: Su presencia en los medios de comunicación y su interés desde el punto de vista lingüístico.
Las anteriores palabras del año fueron escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), emojis (2019), confinamiento (2020), vacuna (2021) e inteligencia artificial (2022).
Rubén Aguilar Valenzuela
@RubenAguilar