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La comida y septiembre

El objetivo parecía claro: Sentar el tono de los meses venideros. Y el tono fue el de la prudencia y la sensatez, el mejor estilo de Claudia.

Genaro  Lozano

Genaro Lozano

Una comida puede ser fundamental para retomar una amistad, planear un viaje, impresionar al jefe o para resolver el futuro del País, literal. Aunque seguramente no llegaron a ella sin antes ponerse de acuerdo, ayer el Presidente saliente y la Presidenta electa se reunieron, se abrazaron, comieron y luego ella salió a dar un mensaje breve y directo a los medios. El objetivo parecía claro: Sentar el tono de los meses venideros. Y el tono fue el de la prudencia y la sensatez, el mejor estilo de Claudia, más que la temeridad o la inflexibilidad, el peor estilo de Andrés Manuel.

Tras conocer los resultados electorales que le dieron a Morena prácticamente la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y muy fácil de conseguir en el Senado, los mercados reaccionaron con una depreciación del peso, que agradecieron los exportadores mexicanos, y con caídas en la Bolsa de Valores. A los mercados les asustan tres cosas: La desaparición de los organismos autónomos, la reforma al Poder Judicial y la reforma electoral. Peor aún: Les asusta que todo eso pase en septiembre, cuando AMLO aún sea Presidente durante todo el mes.

Para calmar el nerviosismo de los mercados, me parece que lo más destacable es retomar que los autónomos no son prioridad. Ni la Cofece ni la CRE ni el INAI serán discutidos ni reformados en septiembre. El peor temor de los inversionistas es la desaparición de los autónomos, ya que esto chocaría con lo firmado por México en el T-MEC y en el Acuerdo de Asociación Económica y Política con la Unión Europea. El mensaje de la Presidenta electa abre una ventana enorme para pensar en qué sigue respecto a esto. No parece que irán las prisas de septiembre.

En cuanto al Poder Judicial, la próxima Presidenta señaló que ésta sí será discutida a partir de ya y que se espera su aprobación en septiembre. Lo destacable aquí es el mensaje de que se abrirá a parlamento abierto, a foros con barras de abogacía, a universidades, a personas expertas. Es decir, en lugar de “no se cambia ni una coma” se abrió una puerta al diálogo. Eso es un buen mensaje por donde se le vea. Ojalá que las mentes más lúcidas en este tema entren al debate con los mejores argumentos. Será un proceso de pedagogía nacional. Muchos vamos a aprender del Judicial como nunca antes. Esta reforma es definitoria para el futuro del País.

Finalmente, respecto a la reforma electoral también imperó la calma. Lo único que por el momento fue anunciado es que en septiembre se eliminará la reelección. No sabemos aún si sólo la legislativa o también la de alcaldías. Por ahora no hay nada de la desaparición de las plurinominales, pero tampoco nada de reducción a financiamientos de partidos. La reforma electoral de gran calado que necesitamos será ya durante el Gobierno de Sheinbaum y eso da tiempo para que colectivos presenten propuestas. Creo que es una muy buena noticia.

Esos tres puntos buscan disipar los temores de que en septiembre “seremos Venezuela”, que “AMLO desaparecerá la propiedad privada” o toda la serie de desinformación que circula principalmente en cadenas de WhatsApp y en las redes sociales. Veamos si los mercados reaccionan de manera prudente y sensata y no como lo hicieron la semana pasada. Me parece más que razonable pensar en que lo último que AMLO quiere es entregarle a Claudia un país en ruinas, con crisis económica, con un error de septiembre, con devaluación. Por el contrario, si en algo ha puesto AMLO el énfasis es en cuidar los indicadores macroeconómicos. Sí, AMLO también tiene su lado de prudencia y sensatez.

Hay además otro buen mensaje de la comida de ayer. El Presidente salió a recibir a la próxima Presidenta a la calle. Le dio un abrazo largo, dos besos, saludaron a quienes les gritaban y tomaban fotos afuera de Palacio y caminaron hacia adentro con las pesadas puertas de madera cerrándose detrás de ellos. Tras la comida, la próxima Presidenta salió sola a dirigir un mensaje. Ella estuvo en control. Habló breve, sin rodeos y directo. Sin sombra alguna.

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