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¿Quién es y cómo piensa Kamala?

Los analistas electorales advierten que la señora Harris seguramente se valdrá de argumentos liberales más radicales para atraer a los votantes de colectivos “ultras”

Jesús Canale

Kamala (edad 59), hija de un economista afro-jamaiquino y una bióloga inmigrante de la India -ambos doctoradoses la primera vicepresidenta estadounidense e igualmente primer ocupante afroamericano y también surasiático en ostentar el cargo. Sus padres se divorciaron cuando ella tenía 7 años. Cuando Kamala y su hermanita visitaban a su padre en Palo Alto, California, no eran bienvenidas a causa de su tez oscura entre los niños blancos del sector. Kamala mantuvo contacto con sus familiares paternos en Jamaica y los maternos en la India. Es abogada y doctora en Derecho, fue fiscal general de California y senadora por el Partido Demócrata. En 2014, a sus 49 años, se casó con el abogado judío Doug Emho¤ (foto) convirtiéndose en la madrastra de los dos hijos de éste, Coll, de 30 años y casado, y Ella, de 25. Residen en la mansión exclusiva para los vicepresidentes conocida como “Observatorio Naval”, en Washington, D.C. Pues bien, pero… ¿Cómo piensa Kamala Harris? En estos momentos sobresale el aborto, porque será el tema fundamental para los demócratas en la actual contienda electoral, después el problema migratorio, luego la economía, a continuación el reto climático y finalmente la cuestión LGBTQ+. Kamala ha sido la primera persona que, como vicepresidente o presidente norteamericano, ha hecho una visita oficial a una clínica de abortos significando así un impulso especial desde el mayor poder gubernamental en la historia de su País a favor del aborto, aunque esto no fue un hecho sorpresivo pues Harris como senadora fue una dura impulsora del pretendido “derecho” al aborto, y tanto, que incluso promovió una iniciativa que habría prohibido exigir a los médicos ciertos requisitos ordinarios para practicar un aborto como lo es la autorización explícita de cada hospital para que tal o cual médico pueda realizar allí una u otra intervención, lo que se conoce como “privilegios”, que en realidad son permisos ordinarios. En términos de la vida humana, Kamala vive una paradoja cuando por un lado rechaza la pena de muerte para un prisionero, pero por otro lado empuja para terminar con la vida de una persona antes de nacer, denotando así su posición de que, en el caso del aborto, piensa que sólo uno de ambos, la madre -pero no su niño-, merece la vida. Sobre la situación migratoria Harris ha dicho que ésta “no puede reducirse a un tema político; hablamos de niños, de familias, de sufrimiento” y como vicepresidenta ha insistido en abordar las causas que motivan la migración y, por ejemplo, en 2023 anunció con emoción la aportación de casi mil millones de dólares comprometidos por empresas privadas norteamericanas para apoyar algunas poblaciones de Centroamérica: Son referencias reales y positivas que en esta materia van al fondo del problema y nada de muros ni bardas; ella dijo que el sistema migratorio, especialmente con México y Centroamérica, “es un sistema roto y debemos arreglarlo”. En economía, Kamala ha impulsado las políticas infraestructurales de Biden, el financiamiento a empresas pequeñas, una ley para abatir la inflación, ha favorecido la eliminación de la deuda estudiantil y aboga por la reducción del costo de la insulina para los usuarios del Medicare, sistema de salud federal generalmente para mayores de 65. La vicepresidenta Harris se manifiesta convencida de combatir el cambio climático con hechos concretos promovidos por la administración Biden como la derivación de cientos de millones de dólares para impulsar las energías limpias y estimular la industria de autos eléctricos así como la promoción de la llamada “justicia ambiental”. En relación a las iniciativas del lobby LGBTQ+, Kamala favorece la legalización de las uniones homosexuales bajo la figura de “matrimonio”, y aunque de palabra ha manifestado desde la vicepresidencia su apoyo a los derechos homosexuales y transexuales, de hecho no se le reconocen políticas públicas al respecto, además ha trascendido que en una ocasión se negó a apoyar la cirugía trans para un prisionero con argumentos pocos sólidos para quienes sí la apoyaban. En fin, los analistas electorales advierten que la señora Harris seguramente se valdrá de argumentos liberales más radicales para atraer a los votantes de colectivos “ultras”, ubicando en primera fila sus baterías abortistas toda vez que se consideran la munición electoral más útil para derrotar a los partidarios del “Gran Partido Viejo”, los republicanos. Mujer ágil, risueña, fotogénica, de biografía algo accidentada y de criterios enfrentados entre sí dada su grave indefinición acerca de lo que es el valor y el aprecio por cada y toda vida humana. ***

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