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Madam President

“Kamala Harris no se imaginaba que ella sería la protagonista de la Convención Nacional Demócrata. Los demócratas tuvieron un encuentro radicalmente distinto al que hace apenas un mes planeaban”.

Genaro  Lozano

ESCENARIOS

Kamala Harris no se imaginaba que ella sería la protagonista de la Convención Nacional Demócrata. Los demócratas tuvieron un encuentro radicalmente distinto al que hace apenas un mes planeaban. En lugar de las caras largas y la falta de entusiasmo por un buen presidente, pero un mal candidato, los demócratas tuvieron una convención con caras felices y con mucho entusiasmo.

La salida de Joe Biden de la contienda y la entrada de Kamala movió el ánimo de los militantes y el tablero de la contienda por la presidencia, tanto que Trump aún no encuentra el tono de ataque al nuevo ticket demócrata.

Las convenciones partidistas son una fiesta de unidad. El momento en el que los partidos ya superaron la división de las primarias. Es el momento en el que presentan a su candidato con los electores, así como la plataforma política que impulsarán todas sus candidaturas. En las convenciones se mezcla siempre el presente con el futuro, ya que la selección de personas oradoras tiene a los viejos cuadros partidistas y a las jóvenes promesas. Así fue la pasarela demócrata, desde los Clinton, los Obamas, Nancy Pelosi o Bernie Sanders hasta Alexandria Ocasio Cortez o Gretchen Whitmer. Los demócratas mostraron unidad y energía.

En “Las verdades que sostenemos. Una trayectoria por Estados Unidos”, Kamala escribe su historia. Hija de inmigrantes de Jamaica y de la India, la candidata describe un hogar de clase media en el que con mucho trabajo sus padres se hicieron de una casa y de un auto para sufrir por los altos costos de los medicamentos y de los seguros médicos para atender el cáncer de colon del que murió su madre, irónicamente una científica que dedicó su vida a la investigación oncológica. Así, Harris se presenta como una mujer de clase media sin privilegios y como una luchadora social que dedicó su vida a la procuración de justicia.

Si bien es cierto que los políticos que escriben autobiografías se presentan como los máximos redentores de la vida pública, Kamala sí puede contrastar su vida sin privilegios con la de Donald Trump y eso es ya ganancia.

Hoy el momentum está con los demócratas y eso se empieza a ver en las encuestas que ya presentan a la fórmula Harris-Walz como muy competitiva en los estados más importantes para la elección, así como en la exorbitante cifra de recaudaciones de fondos que han conseguido desde que se anunció que Biden apoyaría a Harris para la presidencia. Además, la selección del gobernador Tim Walz como candidato a la vicepresidencia está pensada para fortalecer la imagen de que los demócratas son un partido alejado de las élites económicas y de que están peleando por las clases medias.

Walz también creció en una familia sin privilegios económicos y además tiene una carrera en la docencia, en los deportes y como veterano por su servicio de dos décadas en la Guardia Nacional.

Los demócratas están haciendo todo lo posible para cortejar a la base que les ha dado la presidencia en varias ocasiones: Mujeres, afroamericanos, hispanos y diversidad sexual, pero además Kamala está moviéndose discursivamente hacia el centro en un esfuerzo por atraer el voto de los indecisos y tanto ella como Walz están visitando intensamente los siete estados más competidos (Georgia, Pensilvania, Arizona, Nevada, Wisconsin, Carolina del Norte y Michigan), mientras que Trump no encuentra aún el mensaje para competir contra Kamala y empieza a cometer error tras error.

No veo un comeback para los republicanos y para Trump. Hoy la campaña republicana tiene a un candidato enojado y viejo. Kamala logró detener el momentum del republicano y las fichas se acomodaron en su favor. Ya tocará ver cuál es su postura sobre la relación bilateral, especialmente importante ante el vació del pato cojo del presidente Biden y el descontrol de las agencias de seguridad estadounidenses que tanto ruido meten en la relación con México.

Por lo pronto, parece que Norteamérica tendrá dos presidentas y que Kamala será la primera Madam President de su país.