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Tres años de gestión

Como sello distintivo de quienes gobiernan hoy en día, todos los males son atribuibles a administraciones pasadas, en Sonora el Gobernador no desaprovecha oportunidad de señalar el estado en que “me dejaron las finanzas públicas”.

Óscar Serrato

La métrica de evaluación de éxito de un Gobernador debería ser una donde el patrimonio de cada uno de los ciudadanos gobernados creciera en la misma proporción que el patrimonio familiar del gobernante. Bajo esta condición precedente a la declaración de éxito de gestión, midiendo el impacto que los políticos de larga trayectoria se atribuyen a sí mismos en sus informes constitucionales habría que juzgar el cumplimiento o no de su encomienda.

El 13 de septiembre, de acuerdo al artículo 46 de la Constitución Política del Estado de Sonora, reformado a petición de Alfonso Durazo, se deberá entregar informe sobre el estado que guarda “la Administración Pública en sus diversos ramos”. En dicho informe me gustaría soñar que con veracidad se presentara la realidad, lo bueno, lo malo, lo pendiente así como lo que tiene que modificar para lograr el cumplimiento puntual de las promesas de campaña y Plan Estatal de Desarrollo Sonora 2021-2027 (PED). De igual forma sueño con un Congreso del Estado que cumpla con su mandato constitucional de fiscalizar.

En materia de empleo de acuerdo a cifras del IMSS en los tres años de gestión de Durazo no se ha logrado “los 30 mil que se requieren para satisfacer las necesidades de la población que se incorpora anualmente al mundo del trabajo” mencionados en la página 123 del PED. De agosto de 2021 a la fecha se han creado 28,000 empleos. Partiendo de la base que un Gobierno no es quien crea los empleos, crea condiciones.

La oferta educativa sigue brillando con un sistema de educación superior de gran calidad, con tropiezos originados de una torpe reforma a la Ley 4. Los presupuestos para educación superior siguen siendo insuficientes y si bien el programa de becas es de lo más rescatable de esta administración es importante que los recursos lleguen a los educandos de forma concurrente con el ciclo escolar.

La obligación primigenia del Estado es en materia de seguridad, sobre la cual en campaña generó tantas expectativas el candidato Durazo en base a su paso por la Secretaría de Seguridad federal así como su amplio curriculum de décadas en la gestión pública. El control territorial de extensas regiones dentro del Estado se ha perdido o cedido, es innegable la ausencia del Estado, sin que exista hasta hoy indicios sobre intencionalidad de retomar control del territorio. En materia de homicidios dolosos comparando los primeros tres años de Gobierno de las últimas cinco administraciones las cifras son alarmantes, hay un aumento de 138% sobre los primeros tres años de la administración de Pavlovich para alcanzar 4,658. Si bien como expone el Gobernador la inercia es difícil de revertir, es más complicado aun cuando no existe autocrítica y evaluación puntual de las causas del fracaso. La negativa a evaluar en base a evidencia y resultados, la incapacidad de escucha y la resistencia a modificar un diseño institucional fallido acarrea consecuencias evidentes.

Como sello distintivo de quienes gobiernan hoy en día, todos los males son atribuibles a administraciones pasadas, en Sonora el Gobernador no desaprovecha oportunidad de señalar el estado en que “me dejaron las finanzas públicas”. Es innegable la irresponsabilidad financiera de anteriores gobernadores, como lo es innegable que uno esperaría que quien toda su vida adulta ha formado parte de la administración pública conozca el ciclo presupuestal y los estados financieros de la entidad que por lustros soñaba con gobernar. En campaña puntualmente prometió el candidato Durazo, no endeudar ni subir los impuestos. La deuda del Estado de septiembre de 2021 a junio de 2024 de acuerdo al informe que hacienda estatal presenta ha crecido en 11.88%. A partir de 2023 se incrementó el Impuesto Sobre Remuneraciones al Trabajo Personal.

En 2021 se anunció que con base a un “plan de austeridad” lograrían ahorros por 4,500 millones de pesos al año los cuales se destinarían a inversión en obra, ni los ahorros ni la inversión en obra pública se han materializado. La inversión en obra pública focalizada es por parte de la Federación atendiendo las prioridades del Ejecutivo federal y bajo gestión federal. Es de resaltar la tan publicitada planta fotovoltaica de Peñasco donde en los spots propagandísticos alusivos al tercer informe de Gobierno de Sonora se presenta “La planta solar más grande de América Latina está en Sonora”, no lo es, ni siquiera de México. No obstante que se presentó dicho proyecto como uno donde Sonora tendría una participación de capital no hay participación del Gobierno del Estado. Es propiedad del fideicomiso 10670 de CFE.

Isssteson requirió en 2023 un subsidio extraordinario por 2,141 millones de pesos no presupuestados para cubrir su déficit pensionario. En septiembre de 2021 el gobernador Durazo anunciaba una reforma en materia de pensiones “no seremos más de lo mismo, no patearemos ese bote hacia el siguiente sexenio como ha sucedido históricamente”, sigue sin presentarla. En materia de salud se entregó en donativo activos propiedad del Estado a IMSS Bienestar, sin memoria alguna.

Esperemos que sin las distracciones inherentes al cargo partidista en un proceso electoral Durazo Montaño logre conciliarse con la verdad, así como consolidar su gabinete para atender lo importante en lo que le resta de su mandato.

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