El Imparcial / Columnas /

Voto latino

Los latinos se han convertido en la primera minoría racial en EU, pero no en el segundo votante.

Genaro  Lozano

ESCENARIOS

Cada cuatro años los republicanos y los demócratas buscan el voto latino. Este 2024 Kamala Harris y Donald Trump necesitan el voto de este sector para ganar estados como Arizona, Nevada o Florida, donde los candidatos pelean voto por voto a menos de un mes de que acudan a las urnas en esta elección tan cerrada.

Hay 36.2 millones de latinos registrados para votar en la elección del 5 de noviembre próximo en el que votarán por la Presidencia, los 435 asientos de la Cámara de Representantes, 33 asientos del Senado, 11 gubernaturas y miles de cargos locales en los 50 estados. Es una elección general con demasiado en juego. A lo largo de los años, los estrategas electorales republicanos y los demócratas han buscado la manera de hablarle a los votantes latinos, pero nunca han encontrado una manera única de hacerlo. La diversidad del votante latino es amplia y los temas que le importan a un estudiante latino veinteañero de Nuevo México de ascendencia mexicoamericana son muy distintos a los temas que le competen a una mujer latina de más de 45 años de Florida y de ascendencia cubana. Los latinos tienen distintos intereses y éstos son cambiantes cada ciclo electoral.

Desde la década de los años 60, los latinos se mostraban como un votante sólido para los demócratas. JFK fue el primer candidato demócrata en lanzar spots en español para los votantes latinos. En 1960 Jackie Kennedy hizo un anuncio en español pidiendo el voto para su esposo. Desde entonces el latino fue un bloque cómodamente demócrata, siempre votando entre 60 y 70% por los demócratas hasta los años 90. George W. Bush consiguió números récord de apoyo latino para los republicanos. En el 2004 el texano alcanzó el 40% del voto latino para los republicanos. A partir de ahí ambos partidos se toman más en serio el voto de este grupo y porque los votantes latinos registrados pasaron de menos de 14 millones en el 2000 a más de 36 en el 2024.

Los latinos se han convertido en la primera minoría racial en EU, pero no en el segundo votante. Los afroamericanos siguen siendo el segundo votante después de los blancos y esto se debe a que muchos latinos siguen sin registrarse para votar y a que la tasa de participación es baja, en términos comparados con otros grupos. Por ello, los demócratas han puesto un énfasis especial en registrar a votantes latinos y en incentivar su participación.

En la campaña del 2016, Hillary Clinton obtuvo un apoyo de casi el 67% del voto latino, mientras que Trump apenas superó el 28%. Esto se debió en gran parte a la impopularidad de Trump y a su retórica antiinmigrante, pero también gracias al buen equipo de estrategas latinos que Hillary tuvo en su campaña. En esa campaña entrevisté a Paola Ramos, quien estaba encargada de medios hispanos para la campaña de Hillary y quien hizo un muy buen trabajo en cortejar al votante latino.

Apenas en septiembre pasado el Pew Research Center dio a conocer una encuesta en la que Kamala Harris tenía el 57% del apoyo latino, mientras que Trump un 39%. Este dato es muy malo para los demócratas y bueno para los republicanos. Muy malo porque está lejos del máximo histórico de apoyo a los demócratas del 71% del voto latino (en 1996 y en 2008), mientras que Trump se acerca al máximo republicano de 2004. La retórica antiinmigrante de Trump no es un tema para los votantes latinos, quienes este año están más preocupados por la economía, la salud y la violencia y el control de armas como sus tres prioridades, según la misma encuesta. Justo los temas que más trabajo le están costando a Kamala con los votantes en general.

Los latinos sí definirán contiendas en estados como Nevada, Arizona y Florida. Justo por ello, será fundamental el encuentro con votantes latinos que organiza Televisa-Univision con Kamala Harris en Las Vegas esta semana y con Donald Trump en Florida la próxima. El periodista Enrique Acevedo guiará ambas conversaciones y un buen desempeño de Kamala podría mover las encuestas en Nevada y Arizona a su favor. Los ojos de los latinos deben estar puestos en esos encuentros, los últimos antes de la elección.

El autor es politólogo, conductor de un programa de televisión y profesor en el Departamento de Estudios Internacionales de la Ibero.