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El corazón conoce razones que la mente no comprende

Hay lecciones que sólo se aprenden con el corazón, que no necesitan títulos universitarios ni posgrados; como la que viví hace unos días y me llevó a reflexionar sobre las cosas que nos perdemos de ver por nuestros prejuicios y etiquetas.

Juan Tonelli

Historias demasiado humanas

Hay lecciones que sólo se aprenden con el corazón, que no necesitan títulos universitarios ni posgrados; como la que viví hace unos días y me llevó a reflexionar sobre las cosas que nos perdemos de ver por nuestros prejuicios y etiquetas.

Es un velorio. La tristeza se palpa en el aire, los rostros compungidos, el llanto contenido o desbordado. El ambiente es denso, asfixiante, como suele ser en estos momentos donde se materializa la ausencia definitiva. En el centro, el cajón. Dentro de él, fría y quieta, una mujer de 90 años. Ley de vida, tiempo de partir, pero aún así, se la llora. La muerte nunca deja de doler.

De pronto, como salido de un cuento, aparece un personaje totalmente fuera de molde: Un joven con síndrome de Down. Con paso firme, con una actitud decidida, como quien viene a ofrecer una revelación, se para a la derecha del féretro, mira el cuerpo de su abuela, toma su mano con una dulzura que desarma, respira profundo para tomar fuerzas y rompe el silencio denso con un tono que increpa a los presentes:

-”Escuchen bien: Yo no estoy como ustedes. Yo no estoy triste ni voy a llorar. Porque yo tengo todos los recuerdos más lindos de ella en mi corazón. Cuando me llevaba a comer una hamburguesa a McDonalds, cuando me enseñaba a jugar a las cartas, cuando me llevaba a la plaza. ¡Yo no estoy triste como ustedes! Yo la tengo acá”, dice, señalándose el pecho.

Su voz llena el espacio, endulzando las lágrimas, iluminando los rostros apagados. Con su mirada diferente, con su corazón abierto, Manu logra expresar una verdad trascendente que muchos no alcanzamos a ver: Su abuela pasó de estar con él a estar en él. Por eso no llora, porque su abuela no desapareció para él. Cambió de estado, de presencia física a memoria viva.

Esa perspectiva, tan llena de vida, nos habla de una sabiduría que trasciende los libros y los discursos. Es una sabiduría del corazón, que muchos de nosotros, en nuestra complejidad y sofisticación, no logramos alcanzar.

Personas como Manu suelen ser etiquetadas por su discapacidad, como si esa fuera toda su identidad. Pero ¿qué pasa con las capacidades que no medimos? ¿Con la sabiduría que brota de un corazón que sabe ver la vida y la muerte de una forma más sencilla, pero también más profunda? Él tiene un certificado médico que acredita una discapacidad intelectual y me pregunto: ¿Es la inteligencia racional una capacidad superior a la inteligencia emocional? ¿Cuántos de nosotros, que nos consideramos “normales”, deberíamos tener un certificado que nos declare discapacitados emocionales?

En nuestra prisa por categorizar y etiquetar, solemos olvidar que lo raro o diferente no es sinónimo de menos. La mirada de personas como Manu nos recuerda que la capacidad de amar, de conectar, de dar sentido a lo que nos sucede, no depende de un coeficiente intelectual. Y que carecer de esa sensibilidad puede conducirnos a una discapacidad invisible: La del corazón. Esa incapacidad de abrirnos al amor incondicional, de aceptar sin prejuicios, de conectar desde la empatía más profunda.

En nuestra obsesión por acumular conocimiento, éxito y reconocimiento, nos alejamos de lo esencial. Y es en esa desconexión donde nos volvemos verdaderamente limitados.

Como personas, necesitamos aprender a valorar esas miradas distintas, a dejarnos transformar por ellas. Porque es en esa diferencia donde muchas veces se esconde la verdadera sabiduría, la que nos recuerda que lo esencial no está en lo que vemos, sino en lo que muchas veces pasamos de largo.

Porque en definitiva, lo importante no es cuánto sabemos o qué inteligentes o exitosos somos, sino si somos conscientes de que en esta vida a lo único importante que venimos es a aprender a amar.

Juan Tonelli

Autor de “Un elefante en la habitación”, historias sobre lo que sentimos y no nos animamos a hablar. Conferencista.

https://linktr.ee/juan.tonelli

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