Trump es tan agresivo como siempre y CSP lo enfrenta con acciones y la cabeza fría

Donald Trump es tan agresivo como siempre, especialmente en asuntos de migración y comercio. Dos hojas informativas publicadas el miércoles por la Casa Blanca y su discurso de ayer por vía remota en Davos, indican lo que México debe esperar de su Gobierno.

La primera hoja informativa aborda su declaración de emergencia nacional en la frontera Sur. Trump manipula el término “invasión” para justificar un despliegue militar, la construcción del muro fronterizo y restricciones al asilo. Sin embargo, en la Constitución de EU, “invasión” se refiere únicamente a incursiones armadas provenientes de otro país. Este uso distorsionado del concepto ha generado denuncias legales ante tribunales federales y diversos expertos advierten que esta redefinición podría erosionar las libertades civiles y sentar un precedente peligroso para el uso del poder presidencial.

La segunda hoja describe su orden ejecutiva que cierra la frontera Sur mediante una interpretación expansiva de los poderes presidenciales. Trump justifica esta decisión citando cifras alarmantes: 8.72 millones de encuentros fronterizos entre 2021 y 2024, el tráfico de drogas y niños, y crímenes atribuidos a inmigrantes. Sin embargo, ignora el hecho de que la militarización y el cierre de la frontera generan tensiones en las comunidades de ambos lados, aumentan el miedo entre los migrantes y causan violaciones a derechos humanos.

Mientras tanto, en su discurso en Davos, Trump reiteró su retórica de “América Primero”. Respecto a México, afirmó que las relaciones bilaterales son buenas, diciendo: “Creo que estamos tratando con México muy bien”, aunque sus acciones sugieren lo contrario. Insistió en que quien no fabrique en EU pagará aranceles, una medida que puede afectar severamente a las exportaciones mexicanas y de otros países. Su tono nacionalista y proteccionista busca consolidar la narrativa de un EU fuerte, sin importar las tensiones que pueda generar con aliados estratégicos.

Trump también atacó a la Unión Europea, Canadá y China, criticando sus políticas comerciales y prometiendo mano dura. Además, se dirigió a las naciones productoras de petróleo, exigiendo precios más bajos, y a las corporaciones multinacionales, a las que amenazó con aranceles si no producían en EU. Su rechazo al cambio climático, junto con la terminación de iniciativas verdes, muestra su desinterés total por los problemas globales.

Para México, las dos hojas informativas y el discurso de Davos confirman un endurecimiento de la política migratoria y comercial que se traducirá en tensiones diplomáticas y desafíos económicos.

El Gobierno no ignora lo que sucede y está actuando. Para acallar las quejas de Trump, ha intensificado el combate al narcotráfico y la detención de migrantes. También ha anunciado medidas para apoyar a mexicanos deportados y fortalecer la infraestructura migratoria, que, desafortunadamente, enfrentan serios obstáculos debido a la falta de recursos económicos, empleos formales y capacidad operativa.

La presidenta Claudia Sheinbaum está enfrentando la situación con inteligencia, firmeza y, como ha dicho, la cabeza fría y, más allá de nuestras diferencias políticas, todos debemos apoyar sus acciones necesarias para proteger los intereses de México en este difícil momento.

Eduardo Ruiz-Healy

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