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La guerra por los nombres geográficos

Se trata de una guerra de poder y es una guerra desigual en donde el poderoso tiene ventaja.

Nicolás Pineda

Y sin embargo

Tal vez usted no se ha percatado, pero, entre México y Estados Unidos, hay una guerra soterrada por los nombres de porciones de territorio. Se trata de una guerra de poder y es una guerra desigual en donde el poderoso tiene ventaja.

Y no se trata de algo nuevo, sino que tiene mucho tiempo. Tal vez desde que se encontraron los dos países. Veamos sólo tres nombres.

El nombre de América

Es bastante conocido el caso. El nombre del continente en donde existen incluso subregiones que se llaman Norte, Centro y Sudamérica, ha sido secuestrado por el país más poderoso que no encontró mejor nombre propio que el del mismo continente. Ellos han decidido llamarse “América” y ellos son “americanos”. No ha importado que el nombre ya esté ocupado, ellos han persistido en autodenominarse así e incluso nosotros mismos, a fuerza de la influencia de los medios, no falta ocasión en que confundimos “americano” con “estadounidense”.

Afortunadamente el ingenio mexicano ha emergido con un nombre alternativo. Para nosotros ellos son “gringos” y al país, al menos de manera coloquial, le llamamos “Gringolandia”. Parece que el subterfugio ha funcionado porque el mote se usa actualmente en todos los países de habla española.

Los latinos ¿son latinos?

Un asunto todavía más enredoso es el nombre que se da en los Estados Unidos a las personas descendientes de los países de habla española. Con los de origen mexicano, el mote ha evolucionado “beaner” (o frijolero), a “chicano”, “hispano” y más recientemente al de “latino”.

El término resulta ser bastante desafortunado porque, de acuerdo con la historia, los verdaderos latinos eran los originarios de la región de Lacio en Italia que tenían como lengua al latín. De ahí surgió el imperio romano que llevó su idioma tanto a Hispania (hoy España) y a Britania (hoy Inglaterra), entre otras regiones.

Dos milenios después, y después de muchos brincos de la historia, en los Estados Unidos se ha dado por llamar “latinos” a los descendientes de países que hablan español o portugués, es decir de América Latina. Pero no se les dice latinos ni a los italianos ni a los franceses que son los que inventaron a la América Latina. Todo esto de los latinos estadounidenses es porque allá son reacios a llamarles centro o sudamericanos, o simplemente americanos.

La lucha por el nombre de California

Otro nombre secuestrado es el de “California”. Fue la expedición de Hernán Cortés quienes, en 1536, al llegar a Cabo San Lucas, su tripulación le impuso el nombre de “California” a la entonces considerada isla. Y el nombre se le quedó.

A fines del siglo XVII el padre Kino descubrió que no era isla, sino península. Unas décadas después, los misioneros franciscanos, enviados por la Corona española, establecieron misiones en lo que entonces se llamó la “Nueva o Alta California”.

Pero resulta que al anexarse en 1848 el territorio a los Estados Unidos, los gringos decidieron que aquello era simplemente “California”. Asimismo, los mexicanos muy comedidos, hemos aceptado el cambio de nombre para la península a “Baja California” o simplemente “La Baja”. De modo que el nombre quedó volteado, la original es la de ellos y la arrimada es la de abajo.

Pero la cosa no queda ahí. El asunto se extiende también al golfo. Derivado del nombre de la península, los mexicanos le llamamos “Golfo de California”. Pero a los gringos ese nombre no les gusta porque el golfo no está relacionado con “su California” e insisten en llamarle “Mar de Cortés”. Claramente hay una lucha soterrada por el nombre de nuestro Golfo de California”.

Por todo lo anterior, actualmente hay un movimiento, promovido por Carlos Lazcano, para cambiarle el nombre a los dos estados mexicanos. La Baja Sur se llamaría simplemente “California” ya que es la original y la Baja Norte se llamaría “California Norte”. Todo esto lo puede revisar en el libro California: Origen, identidad y destino de una gran península (Lazcano 2022).

Calculo que algo similar va a pasar ahora con el Golfo de México. Los gringos le van a llamar a su modo y los mexicanos con el nuestro.

Nicolás Pineda

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