Pancho y el libro con el trabajo de toda su vida
Pancho, a lo largo de 60 años de trabajo, ha pintado 186 murales en 51 ciudades de doce países. No hay ningún mexicano que tenga esa producción y seguramente tampoco ningún otro pintor en el mundo.
A partir de 2012, inicié, vía correo electrónico, una relación con Francisco Borboa Valenzuela (1923), un sinaloense, originario de Los Mochis, que se hizo jesuita y en 1948 fue destinado por sus superiores a China, tenía entones 22 años e iniciaba sus estudios de filosofía y chino.
Se ordenó sacerdote y en 1963, a los 40 años, decide salir de la Compañía de Jesús y casarse con la china Anna Ling. En ese entonces tenía 40 años. Después de dejar el sacerdocio y la Orden decide dedicarse como nueva forma de vida a la pintura.
En 2013, le escribí a Pancho que si me mandaba su autobiografía se la editaba en México. Un día de 2014 me llegó al correo la obra de Pancho ilustrada por él con viñetas de escenas de su vida. Entonces publicamos Los caminos del viento. La vida de un misionero jesuita (Navarro Ediciones, 2014).
Diez años después, al inicio de 2024, le propuse a Pancho y a Anna hacer un libro con su obra. Ellos de inmediato reaccionaron y me propusieron que se registrara el trabajo con su obra mural, vitrales, Vía Crucis, sagrarios, y más tarde añadieron sus acuarelas en técnica china.
En febrero de 2024, Francisco y Anna, en Taipei, Taiwán, donde viven desde hace más de 20 años, y Lorena Sosa y el que escribe iniciamos el trabajo de reunir y documentar la obra de Pancho.
Lorena y yo, en la Ciudad de México, por ocho meses, una vez a la semana, trabajamos sobre el material, que nos enviaban Pancho y Anna, desde Taipei, por correo electrónico.
Los cuatro fuimos dando forma al libro Francisco Borboa Valenzuela. Artista y Muralista Mexicano, cuya primera edición salió en noviembre de 2024 en México. La introducción es de Pancho y Anna y el prólogo mío.
A los 15 días de su edición, desde la Ciudad de México, a Pancho y Anna, les llegaron 25 ejemplares a su casa en Taiwán. Su primera reacción, al recibir el libro, en un texto escrito por ella, fue: “Muchas gracias Rubén. Este mismo día de Nuestra Señora de Guadalupe llegaron a casa los libros. La impresión es muy nítida y clara. El papel no puede ser de mejor calidad.
Es un libro con el que cualquier artista soñaría. Cualquiera estaría orgulloso de él. Han logrado una maravilla con él. El esfuerzo de toda la vida de Pancho, por desarrollar plenamente sus talentos está ahora bien documentado y tan bellamente expuestos. Muchas, muchas gracias. Que Dios te recompense abundantemente”.
En agosto de 2025, si todo va bien, Pancho cumple 102 años. Me da mucho gusto, era algo me había propuesto como un reto, que Pancho, el pasado diciembre, haya podido ver el libro que contiene buena parte de su obra mural, de los vitrales, de los Vía Crucis, los sagrarios y una muestra de sus acuarelas.
Pancho, a lo largo de 60 años de trabajo, ha pintado 186 murales en 51 ciudades de doce países. No hay ningún mexicano que tenga esa producción y seguramente tampoco ningún otro pintor en el mundo. La Secretaria de Cultura y el INBA deberían de montar una exposición en México, para dar a conocer la obra de este notable artista mexicano, que es desconocido en su país.
Rubén Aguilar Valenzuela
@RubenAguilar