Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas | Noticias de México | EL IMPARCIAL /

El lastre del aislamiento

No es tan difícil encontrar quién nos oriente. Lo que nos falta es determinación para contar con el consejero del tamaño de nuestro potencial.

Carlos  Dumois

No es tan difícil encontrar quién nos oriente. Lo que nos falta es determinación para contar con el consejero del tamaño de nuestro potencial.

Los humanos necesitamos compañía. Solos no podemos madurar como personas. Es el contacto con los demás lo que nos enriquece, descubre nuestros talentos y pule nuestras capacidades. Nuestros prójimos nos retroalimentan, nos dan ejemplo, nos piden ayuda, nos exigen, nos complementan, nos hacen competir y colaborar.

Nuestro crecimiento como líderes también depende, en buena medida, de con quiénes nos hacemos acompañar. “Dime con quién andas y te diré hasta dónde vas a crecer”.

El aislamiento social es la falta de contactos sociales y el contar con pocas personas con quienes interactuar. Nuestros motivos de vida generalmente están vinculados a otras personas: Cónyuge, hijos, padres, nietos, familiares, amigos y otros. Está comprobado que las personas que viven solas mueren más temprano.

Es bien sabido que la soledad tiene sus consecuencias, como depresión, ansiedad y deterioro de capacidades cognitivas, entre otras.

Me tocó acompañar durante años a dos hermanos. Uno buscó siempre la convivencia con buenos amigos, reuniones sociales frecuentes, participación activa en el club de cazadores, viajes con compadres y diversas actividades en la comunidad. El otro prefirió rodearse de empresarios, banqueros, economistas, líderes políticos, pensadores y escritores.

El primero manejaba las relaciones públicas del negocio. El segundo fue siempre el director general. El primero ya está retirado. Vive feliz con sus amigos. El segundo sigue en la empresa. Hace extraordinariamente su quehacer empresario. No sé si teme completar la sucesión y retirarse.

El empresario suele enfrentar sus más serios problemas en soledad. A menudo batalla para acompañarse de quien pueda comprenderlo para pensar junto con él.

Saber identificar a las personas clave en nuestra formación como líderes puede marcar toda la diferencia. Yo tuve la fortuna de contar con mentores que me orientaron y me ayudaron a crecer: Mi padre, mi profesora de segundo grado, Carlos Llano Cifuentes del Ipade, Wilfrido González Balboa, entre otros.

Parte fundamental de nuestro desarrollo personal es elegir con quién nos juntamos, a quién acudimos para que nos guíe y nos conduzca en la búsqueda de los mejores caminos de crecimiento.

Me tocó conversar con un joven empresario, sucesor de su empresa familiar. Me preguntó si le serviría contar con un mentor. Le hablé de todo esto. Pronto identificó a la persona indicada: Un reconocido líder de otro grupo familiar. Me dijo que no sabía cómo pedírselo. Le dije: “Solo convéncelo de lo lejos que quieres llegar”. Y luego dile: “Quiero que seas mi mentor”. Ese líder aceptó y sé que ha sido de gran ayuda.

Preguntémonos, ¿quiénes han sido relevantes en nuestro proceso formativo? ¿Coaches o mentores? ¿Buenos jefes o maestros? ¿Familiares o amigos con don de consejo?

Me he encontrado con muchos empresarios que confían únicamente en su capacidad para identificar sus áreas de oportunidad. Suponen que no necesitan a nadie, que solos pueden ser exitosos. No tienen idea de lo que se pierden y, por lo tanto, de lo que dejan de descubrir sobre su propio potencial. Siguen haciendo lo mismo, van cargando sus inercias, no aprenden de otros.

Necesitamos establecer un campo en nuestro proyecto que se centre en asegurar, en cada temporada de nuestra vida, que contemos con las personas que nos puedan aconsejar de manera impactante.

Los mentores sirven de modelo y fortalecen nuestra confianza. Nos escuchan, cuestionan y retroalimentan. Nos dan sus puntos de vista y nos ayudan a aclarar nuestras dudas. Nos comparten experiencias, ideas y recursos que nos sirven para definirnos y comprometernos a mejorar.

¿Quién es tu mentor, tu guía, tu coach hoy? ¿Por qué no lo tienes? Porque no lo has buscado. Porque no te lo has propuesto. Porque crees que no te hace falta. O tal vez porque te faltan ganas de seguir creciendo.

¿Crees que ya llegaste muy alto y estás satisfecho con tus logros? A lo mejor te falta mirar más arriba y encontrar un coach o un mentor de mayor calibre.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí