Sheinbaum la heroína, por ahora
...no sabemos si es bueno o malo para México que Donald Trump reconozca a la presidenta Sheinbaum.

Ana María Salazar
Sin lugar a duda, esta semana fue una extraordinaria semana para la presidenta Claudia Sheinbaum, a un mes de que tomó protesta de nuevo el presidente Donald Trump. A comparación de otros mandatarios alrededor del mundo, la Presidenta de México hasta recibió halagos y públicos de Trump. Es un sueño lejano recibir un reconocimiento, el presidente Volodímir Zelenski de Ucrania, quien Trump acusó de ser un presidente espurio y causante de la guerra en su país, y el primer ministro Justin Trudeau de Canadá, que ahora, según la Casa Blanca, es el gobernador del cincuentaiunavo Estado de la Unión Americana. En este mes también recibieron arrebatos y ataques mandatarios de la Unión Europea y la OTAN. Más que ataques en contra del presidente Xi Jinping, los arranques del mandatario estadounidense han sido en contra de China, no su liderazgo.
No sólo la Presidenta de México recibió halagos de Trump, pero se encuentra en un exclusivo y cuestionado club que incluye al autócrata Vladimir Putin de Rusia y el perseguido por la Corte Penal Internacional, Benjamín Netanyahu de Israel, y el cuestionado Javier Milei: Todos han recibido reconocimientos del Trump en este mes de Gobierno.
El que el presidente Donald Trump hable en buenos términos de la doctora Sheinbaum, tal vez sea un paso positivo para la negociación con el Gobierno de Estados Unidos, o podría ser la antesala de una terrible traición: Una de las características de negociar con individuos como Trump es que son traicioneros, desordenados y sobre todo egocéntricos. Él necesita que los resultados de los acuerdos giren alrededor de tres vertientes: Fortalecer su ego, fortalecer su relación con su base política o fortalecer el “business” de él y su familia.
Por estas razones no sabemos si es bueno o malo para México que Donald Trump reconozca a la presidenta Sheinbaum por su programa de “publicidad en contra del consumo del fentanilo”.
Porque sobre todo es importante no olvidar que el presidente Donald Trump es un “bully”, y en cualquier momento publicará un tuit o hará un comentario fuera de lugar atacando a la Presidenta y al País, resultando en la caída del peso, de los mercados, y apanicar a los inversionistas. O, al contrario, usará otra de sus tácticas preferidas que es filtrar información sobre las negociaciones, proporcionando información falsa, desfavorable para la Presidenta o que podría comprometerla políticamente. Así es Trump, lo ha hecho con los aliados y no aliados de los Estados Unidos, con la excepción de Vladimir Putin.
Hay que reconocerle a la Presidenta, que en los últimos 30 días su estrategia de negociación ha sido efectiva. Tal vez demasiada efectiva, cuando uno revisa las notas internacionales y las redes sociales reconociendo su valentía y ser uno de los pocos líderes que se han “atrevido”, mejor dicho, se ha “atrevida” a enfrentar a Trump.
Pero como sabemos, enfrentar a Trump públicamente puede tener serias consecuencias para el mandatario y su país. Como botón de ejemplo es Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, quien en su momento fue uno de los grandes críticos de gobiernos progresistas en contra de la Trump. Y al igual que la presidenta Sheinbaum, el mundo lo aplaudió y lo incitó a continuar enfrentando públicamente a Trump. Ahora, Justin es “troleado” a diario por Trump, y su equipo, y simple y llanamente no hay nadie que lo respalde o que salga a defenderlo.
Otras de las importantes lecciones de negociar con Donald Trump es que recuerda ofensas y enfrentamientos y busca venganza. Y ahora tiene el poder para someter a sus enemigos y “amigos” que lo traicionaron.
Por eso la Presidenta debería de regresar a su promesa de no “negociar” en público en las conferencias mañaneras. Si se requiere absolutamente una reacción, es mejor dejar que portavoces de su Gobierno respondan, o enviar un mensaje por X. Pero no responder, más allá de un “gracias” o “estamos negociando” o simple y llanamente decir que “cualquier acuerdo con el Gobierno de los Estados Unidos será de cooperación y no violará la soberanía del País”. Nada más.
No, no se le pide que se calle, pero que simple y llanamente recuerde la regla universal de la negociación con “bullys”: Mientras más pública la negociación, más posibilidades hay de un enfrentamiento y hay menos posibilidades de un acuerdo que puede satisfacer los intereses estratégicos de México y las necesidades políticas de la Presidenta.
Eventualmente habrá un enfrentamiento, y desafortunadamente, por los siguientes cuatro años, Trump tiene la ventaja. Y no dudará en atacar de nuevo al País, y a la presidenta Sheinbaum. Ante esto la pregunta es, ¿quién saldrá a defender a nuestra heroína?
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