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Antídoto

Llevo días preocupado y angustiado porque veo que hay a nivel global una campaña de xenofobia que ataca el derecho humano a la movilidad...

Genaro  Lozano

Genaro Lozano

Llevo días sintiéndome molesto y preocupado. Abro las redes sociales y veo la causa de este sentir. Navego los portales y leo las razones de mi pesar. Prendo la tele y ahí está, en múltiples lados. Veo a un grupo de hombres blancos desmemoriados haciendo el saludo nazi, normalizándolo, levantando la mano derecha con un orgullo desmedido. Como si no recordaran la brutalidad de esa historia los más de 17 millones de seres humanos que fueron asesinados por el odio y el autoritarismo.

Llevo días sintiéndome muy molesto, muy preocupado. Hablo con amigos de la academia estadounidense y me leen los emails que llegan de sus departamentos y de sus rectores diciéndoles que ya no habrá becas ni financiamiento para la investigación en temas de “ideología de género”, estudios sobre la raza, cualquier investigación que “promueva la ideología de la equidad que discrimina”, tampoco para estudios de justicia ambiental. Mis amigos en la academia están aterrados y sus universidades están pasmadas.

Llevo días preocupado y angustiado porque veo que hay a nivel global una campaña de xenofobia que ataca el derecho humano a la movilidad y que llama criminales a las personas en tránsito, a las personas migrantes. Una campaña que desde la Casa Blanca se burla de las personas migrantes con memes en los que amenaza con deportarlas.

Llevo días preocupado y profundamente enojado porque hay una campaña global que busca la deshumanización de las personas trans, que les niega su existencia, que emite decretos en EU para regresar a lo que llaman la verdad biológica de un hombre y una mujer y con ello dar marcha atrás en el reconocimiento de un derecho básico: El derecho a la identidad.

A diferencia de EU, México tiene un marco jurídico que prohíbe la discriminación y tenemos instituciones como el Consejo para Prevenir y Erradicar la Discriminación de la CDMX que buscan garantizar esos derechos. Hace catorce años fue fundada esta institución y desde entonces ha sido un pilar en la construcción y protección de derechos progresistas en la capital del País. El Copred ha protegido los derechos de las mujeres embarazadas que sufren discriminación laboral. El Copred ha defendido a las infancias del bullying escolar. El Copred ha acompañado a las personas trans a las que se les niega el acceso a un baño. El Copred ha asesorado a las madres lesbianas que buscan registrar a sus hijas en el registro civil y que les ha tocado la mala suerte de ser atendidas por una servidora pública mal capacitada. El Copred ha visibilizado las lenguas y las poblaciones originarias, entre tantas otras defensas.

En estos 14 años el Copred ha convocado al Gran Acuerdo por el Trato igualitario en colaboración con el sector empresarial de la CDMX para supervisar que las empresas apliquen políticas de diversidad, equidad e inclusión. En estos catorce años el Copred nos ha dado datos en 2013, 2017 y 2021 para entender el fenómeno de la discriminación, cuáles son los grupos más afectados, cuáles son las alcaldías con más discriminación, cuál es la percepción de quienes vivimos en esta ciudad al respecto de la discriminación entre otros y este año habrá una nueva encuesta, de acuerdo con Clara Brugada.

Las instituciones se nutren de la gente que las integra y en estos años Geraldina González de la Vega y Jacqueline L’ Hoist han sido las dos formidables presidentas del Copred que han liderado a un gran equipo y a las asambleas consultivas ciudadanas que las han acompañado en la construcción de una ciudad más incluyente y respetuosa.

Hay en el mundo una ola global de autoritarismo, de fascismo, del auge de la ultraderecha que cancela derechos, que niega la dignidad humana, que rechaza el valor de la diversidad y que quiere muros para separar a la gente. Desde la CDMX y desde el país estamos dando el ejemplo hoy de que la discriminación no se tolera, de que el único muro que hay que construir es un muro a la intolerancia y a la ignorancia. Con instituciones como Copred tenemos un antídoto a la intolerancia.