Trump agrede a México, ¿cómo responderá Sheinbaum?
No es la primera vez que EEUU culpa a México de sus propios problemas. Pero esta vez, además del golpe político, hay un golpe económico...

EDUARDO RUIZ-HEALY
El lunes pasado, el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU emitió el “Aviso de Implementación de Aranceles Adicionales sobre Productos de México de Conformidad con la Orden Ejecutiva 14194 del Presidente, Imponiendo Aranceles para Abordar la Situación en Nuestra Frontera Sur.” Con este documento, el gobierno de Donald Trump justificó su imposición de un arancel del 25% a las importaciones de productos mexicanos a partir de ayer a las 12:01 am (hora del Este). Según EEUU, México no hace lo suficiente para frenar el tráfico de drogas y la inmigración ilegal, lo que supuestamente es una amenaza a su seguridad nacional y economía.
Ayer, la presidenta Claudia Sheinbaum no tardó en responder. En su conferencia matutina, calificó el comunicado estadounidense como “ofensivo, difamatorio y sin sustento” y lo consideró un ataque a la soberanía mexicana.
Las cifras contradicen lo que anota el documento arriba mencionado. Desde el 1 de octubre, el Gobierno de México decomisó 121.4 toneladas de drogas, incluido más de una tonelada de fentanilo, desmanteló 329 laboratorios de metanfetaminas y envió a EEUU a 29 narcotraficantes de alta peligrosidad. Además, las incautaciones de fentanilo en la frontera se redujeron un 50%, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU.
El documento ignora todos estos datos y no menciona que el 80% de los detenidos por tráfico de fentanilo en los puertos de entrada de EEUU son estadounidenses ni que el 74% de las armas incautadas en México provienen del Norte. Tampoco reconoce que la crisis de opioides en EEUU fue provocada por farmacéuticas con el aval de su autoridad sanitaria, la FDA.
En cuanto a la migración, el documento también omite señalar que las detenciones en la frontera están en su nivel más bajo en años y que México ha desplegado 10 mil guardias nacionales, reforzado operativos contra traficantes y coordinado con Washington acuerdos de movilidad.
No es la primera vez que EEUU culpa a México de sus propios problemas. Pero esta vez, además del golpe político, hay un golpe económico que amenaza con desestabilizar la relación comercial entre ambos países.
Será hasta el domingo entrante, en el Zócalo de la Ciudad de México, cuando la Presidenta dé a conocer como responderá su gobierno. Y eso no es casualidad. Ella no espera que Trump retroceda, pero aparentemente sí busca ganar margen para negociar la duración e intensidad de los aranceles.
Además, el evento servirá para proyectar unidad y firmeza. Su gobierno tiene opciones: imponer aranceles a productos agrícolas de EEUU, endurecer controles aduanales y acelerar acuerdos comerciales con China y la UE.
Claudia Sheinbaum sabe que esta guerra comercial no es un juego sencillo, que la economía mexicana depende de EEUU, y que cualquier escalada afectará aún más la inversión extranjera y el crecimiento económico.
Por eso, la estrategia debe ser contundente, pero medida. Un error de cálculo generaría incertidumbre y golpearía más a la estabilidad del País.
El 9 de marzo no será solo un acto político; será el primer gran choque entre los gobiernos de México y EEUU y, algo debe quedar claro, si el primero no impone un costo a esta agresión, el segundo lo volverá a hacer. ¿Cómo responderá la Presidenta?