Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas | Noticias de México | EL IMPARCIAL / columna mexico

Cásate, por amor a la patria

Gobierno local en China invita a “tomar la iniciativa en la implementación de la política de los tres hijos”. ¿A qué responde ese cambio en China?

Jesús Canale

Quanzhou es una ciudad de nueve millones de habitantes ubicada al Sur de China en la que recientemente su Comisión de Salud emitió un comunicado por Internet instando a los empleados gubernamentales a “tomar la iniciativa en la implementación de la política de los tres hijos”.

A su vez, por otro lado, la empresa privada Shandong Shuntian Chemical Group, ubicada en la provincia de Shandong, productora de compuestos químicos de muy diversa índole -por cierto, donde floreció y desde donde se difundió el pensamiento de Confucio- envió el mes pasado un memorando a sus empleados hombres de 28 a 58 años de edad advirtiéndoles que si no pueden casarse y formar una familia en tres trimestres, la compañía rescindirá su contrato laboral, quedando así muy claro que serían despedidos, y añadiendo que “no responder al llamado del país, no casarse y tener hijos, es desleal”.

Pero cuál es el porqué de esa naciente política poblacional China si apenas en 1980 las autoridades impulsaron y forzaron la famosa “política del hijo único”, por cierto con una marcada preferencia por los nacimientos de bebés varones y que fue motivo de una sigilosa campaña de aborto de los embriones del sexo femenino lo que motivó en algunas regiones el desbalance de nacimientos resultando en 120 y hasta en 140 niños por cada 100 niñas dando motivo al surgimiento del término “generocidio”, título del popular libro de la feminista norteamericana Mary Ann Warren (1985).

¿A qué responde ese cambio en China?

De hecho, ocurre algo que no puede ser una sorpresa cuando ya Europa desde hace años sufre en muchos de sus países un invierno demográfico a causa de la pobre incidencia de matrimonios con el resultante descenso de la natalidad y una creciente proporción de adultos mayores ya que no se está garantizando el remplazo poblacional. China -gobierno, intelectuales, demógrafos- ya no esconde su preocupación de verse cada vez más escasa de niños, lo cual significará en pocos años escasez de jóvenes y una proporción cada vez mayor de personas de la tercera edad cuya productividad económica es menor y que requieren cada vez más de recursos ajenos para su supervivencia.

De allí que, la expresión “no responder al llamado del país, no casarse y tener hijos, es desleal” no es descabellada pero sucede que los jóvenes chinos se “malacostumbraron” a un estilo de vida centrados en ellos mismos y hoy no están dispuestos a compartir lo suyo con una familia propia, así que el casamiento se va postergando para quién sabe cuándo y los niños no llegan, de manera que el botón que oprime el gobierno y los cono cedores del riesgo demográfico es convocarlos a casarse por la sencilla razón de que la convivencia matrimonial es más prometedora de descendencia que la soltería.

Algunas empresas están colaborando incluso promoviendo que las bodas sean más austeras, menos costosas, proponiendo detalles como que la “dote” que el novio dará a la familia de la prometida no sea tan elevada pues no es excepcional que a veces represente una “paga” por parte del novio del equivalente a varios miles de dólares, e incluso se les recomienda que cada empleado no comprometa a más invitados a su boda de los que cabrán en cinco mesas.

Los jóvenes, que ya tuvieron unos años paladeando su egoísmo, pues sucede que ahora se manifiestan molestos porque tanto la autoridad gubernamental como las políticas empresariales estén invadiendo su intimidad y sus áreas de confort personal.

China, que ordinariamente no ha sido muy complaciente para acoger migrantes, hace frontera con Corea del Norte donde hay buen número de aspirantes que migrarían gustosos a China pero el gigante no los da ninguna bienvenida; quizás habrá que desbloquear un tanto sus fronteras con Norcorea para hacerse de capital humano joven y deseoso de trabajar en el gran país pero la realidad es que no habrá norcoreanos suficientes -son en total apenas 26 millones de habitantes- como para satisfacer, ni de lejos, el requerimiento poblacional de China para garantizar los próximos años.

El egoísmo es una garrapata: En Europa los incentivos para casarse y tener hijos son mayormente económicos, más sueldo, menos impuestos, etcétera. ¿Hará el gigante lo mismo que Europa?

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados