Serenidad y paciencia
Nos queda mucho tramo aún por recorrer, Trump tiene mes y medio en el poder y ya trae asoleado al resto del mundo.

SEl “kalimanesco” llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum a la serenidad y paciencia, parece haber rendido buenos frutos, al menos de forma temporal. Tras las amenazas cumplidas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump de imponer aranceles a los productos que México envía hacia el otro lado, hubo que apechugar, tomar un respiro y hacer una llamada.
Se posponen los aranceles hasta el 2 de abril, tiempo en que los representantes del gobierno mexicano tendrán para negociar con sus pares norteamericanos para quitar de la mesa esa pistola cargada que significa la amenaza constante.
El argumento, como se sabe, era el insuficiente (según la opinión de Trump) trabajo del gobierno de Sheinbaum para combatir a los grupos criminales que están llenando de fentanilo las calles de Estados Unidos y están matando a cientos de miles de ciudadanos.
Es difícil estar siempre sujetos al escrutinio del vecino, que sea él quien decida si los esfuerzos ajenos son suficientes o no.
Sobre todo cuando no se reconoce la parte que les toca a ellos. Para bien a veces y para mal otras, tener a un lado al país más poderoso del mundo, a la principal potencia económica y militar tendrá siempre ventajas y desventajas.
En todo caso esta coyuntura nos debería llevar como país a elevar la mira, a considerar el fortalecimiento del consumo interno y a buscar nuevos mercados para que cuando esto suceda no estemos tan vulnerables como hoy.
Justamente en ese momento parece que estamos, cuando leemos y escuchamos a expertos en el tema que proponen reforzar nuestras relaciones comerciales con otros países, sin demérito de la que tenemos con los Estados Unidos.
Hacia el interior de México, Claudia Sheinbaum reacciona de una forma que no nos debería extrañar, llamando a una asamblea informativa en el Zócalo de la Ciudad de México para desde ahí informar o decidir qué acciones se tomarían para contrarrestar los aranceles.
Una vez neutralizada la amenaza, la convocatoria es a una especie de fiesta con grupos musicales que servirá para alimentar de ideología a los seguidores de la 4T, pero es absolutamente innecesaria e inútil para resolver de fondo la complicada relación que tenemos con nuestros vecinos del Norte.
Allá ellos, al final esa ha sido su esencia y desde tiempos del obradorismo les ha servido para mantener fiel a su base de seguidores. Puede incluso servir para competir con la marcha del 8M que es hoy y que como en años anteriores anticipa algunos actos de violencia de parte de grupos de mujeres que así deciden manifestarse, de forma radical.
En fin, que ese es un asunto político, así se comporta el partido en el gobierno, es su sello pues. Acá en Sonora se preparaban contingentes para ir a la capital a participar en la multitudinaria pachanga cuatrotera.
Al margen de eso y de que a muchos les gusta y a muchos no, yo me quedaría con la capacidad demostrada para detener la injusta medida unilateral de los aranceles.
Nos queda mucho tramo aún por recorrer, Trump tiene mes y medio en el poder y ya trae asoleado al resto del mundo. El Gobierno federal tiene mucha tarea pendiente y no toda tiene que ver con darle gusto al presidente de Estados Unidos.
Los avances en materia de combate alcrimen organizado que se registran son relevantes pero apenas empiezan. Y al margen de que al vecino le gusten o no, somos quienes vivimos en este País y particularmente en las regiones más peligrosas los que tenemos derecho a recuperar nuestras calles, nuestras ciudades o nuestras regiones enteras que han sido tomadas.
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