Los 12 años del papa Francisco
El Papa en su estrategia ha tenido éxito, y la Iglesia, a nivel general, vive un real proceso de transformación...

El próximo 13 de marzo, el papa Francisco (Buenos Aires, 1935) cumple doce años en su cargo de sucesor de san Pedro, a quien se considera como el primer Papa al inicio del primer siglo después de la muerte de Jesús.
En estos años, el Papa argentino, el primero de América Latina en 2000 años de existencia de la Iglesia Católica, desde el inicio de su mandato inició un proceso de transformación que ha mantenido a lo largo de estos años.
Su estrategia ha sido la de introducir cambios que puedan ser asumidos por la mayoría de las iglesias locales y que éstas los puedan hacer suyos y por lo mismo permanecer. Y por esto, en el marco de una visión estratégica, ha renunciado a cambios más radicales, que reclaman los sectores más progresistas de la Iglesia.
El Papa en su estrategia ha tenido éxito, y la Iglesia, a nivel general, vive un real proceso de transformación, que inicia con el que ha vivido la Curia Romana, que ha enfrentado un cambio de carácter estructural, para dejar de ser la poderosa burocracia que siempre resultaba un lastre, para cualquier proyecto innovador.
La transformación de la Curia, que tenía cooptado al papa Benedicto XVI, por lo que se vio obligado a renunciar, ha sido la condición de posibilidad, para que el papa Francisco pudiera avanzar, de manera lenta, pero real, en su estratégico proceso de cambio de la Iglesia.
Con la llegada del papa Juan Pablo II, en 1978, a la muerte del papa Pablo VI, se pone fin al proceso transformador de la Iglesia que arranca con el Concilio Vaticano II (1963-1965), para iniciar un tiempo de regresión en temas fundamentales en los que se había avanzado de manera considerable.
Con la llegada del papa Francisco, se retoma el proceso de cambio, detenido por Juan Pablo II y Benedicto XVI, casi 30 años no sólo de freno a la transformación sino de una real vuelta atrás, en muchos temas, a la rueda de la historia.
Desde mi punto de vista, el cambio más profundo que el papa Francisco ha introducido a la Iglesia es la manera en que opera el Sínodo de los obispos, estructura que introduce el papa Pablo VI. Ahora en la toma de decisiones es colegiada y también participan los sacerdotes, religiosos y los laicos con voz y voto que tiene el mismo valor que el emitido por los obispos.
Hay un avance extraordinario, como se pudo ver en el Sínodo de la Sinodalidad, que terminó en octubre de 2024. Es un cambio de carácter histórico, que hace presente y toma en cuenta, la complejidad de una Iglesia universal integrada por miles de iglesias locales a la cabeza de un obispo.
La actual integración del Colegio Cardenalicio, con los cardenales con derecho a votar por el nuevo Papa, cuando esto se requiera, es garantía de que el proceso de cambio que ha iniciado y mantenido el papa Francisco habrá de continuar. No hay riesgo de volver al proyecto regresivo de Juan Pablo II.
Rubén Aguilar Valenzuela
@RubenAguilar
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