Teuchitlán y la comunicación de la Presidenta
Ella asume la estrategia de comunicación de quien la precedió en el cargo con variantes muy menores.

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no tiene las características de la personalidad de las y los gobernantes populistas, pero en materia de comunicación sigue la estrategia de estos que se traduce en una manera particular de construir su narrativa y hacer política.
Ella tuvo el ejemplo de su antecesor, su mentor y líder, este sí con todas las características de un populista en grado sumo. Ella asume la estrategia de comunicación de quien la precedió en el cargo con variantes muy menores.
En situaciones de conflicto o tragedia la estrategia contempla cinco puntos: a) Ignorar a las víctimas, no existe; b) negar la realidad, aunque esta se muestre de manera contundente; c) construir una versión alternativa a los hechos; d) difundir masivamente esta versión para que se convierta en “verdad”; e) insultar y descalificar a quienes sostengan una posición distinta.
El caso del Rancho Izaguirre, campo de entrenamiento y exterminio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en el Municipio de Teuchitlán, Jalisco, muestra con mucha claridad cómo opera la estrategia de comunicación de la Presidenta:
Ignorar a las víctimas. No se va a reunir con ellos, como no lo hizo su antecesor, porque sería reconocer que existen y haría mayor el evento y le impediría construir el relato que se quiere. En su análisis de costo-beneficio esto es lo más barato.
Negar la realidad. El hecho no existe, lo minimiza y dice que es una construcción para dañar al Gobierno y en este caso también a su antecesor. Para ella la contundencia de las evidencias y de los testimonios no cuentan. La verdad de la realidad no tiene lugar.
Construir una versión alternativa. La que piensa le beneficia o considera le hace menos daño. Para el caso específico todo indica que la historia que ha mandado a construir es que en el racho había una escuela de entrenamiento, pero no un campo de exterminio.
Difundir masivamente esta versión. A partir de la mañanera “tira línea” de que se debe decir y difundir. Toda la fuerza y medios del aparato de Estado se ponen al servicio de dar a conocer la “versión oficial”, se suman los medios comparados y los periodistas a sueldo de Palacio Nacional. Ahora también el crimen organizado a través de un video con las mismas posturas que la Presidenta.
Insultar y descalificar a quienes sostengan una posición distinta. Primero a las madres y padres buscadores y sus organizaciones, se les desacredita e intenta desprestigiar, se dice que mienten, que lucran del dolor. Y lo mismo pasa con los medios que dan cuenta de los hechos, dan voz a las víctimas y no se someten a la versión oficial.
En esta ocasión ante la gravedad de los hechos y la indignación y preocupación que han despertado a nivel nacional e internacional, la estrategia que se sigue es la misma, pero se radicaliza el tono de cada uno de sus componentes. Así esta se hace más clara y visible. Se eleva el nivel de la mentira, de la descalificación y de los insultos. La pregunta es si la estrategia en esta ocasión va a dar resultados. Ya veremos.
Rubén Aguilar Valenzuela
@RubenAguilar