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Incómoda violencia

Entiendo que la violencia les resulta incómoda a los gobernantes. La razón fundamental de la existencia del Estado es proteger a los gobernados.

Sergio Sarmiento

JAQUE MATE

No hay más violencia, hay más homicidios",

Andrés Manuel López Obrador, 6:05:2024.

Durante muchos años, y con razón, Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores, entre ellos Claudia Sheinbaum, cuestionaron la guerra contra las drogas y la violencia en que esta ha sumido a nuestro País. Yo, sin tener la relevancia de estos políticos, lo hice desde mis espacios periodísticos.

El 5 de octubre de 2012, al final del sexenio de Felipe Calderón, escribí aquí, como tantas veces, sobre los pésimos resultados de la guerra contra las drogas: “Si lo que se buscaba era reducir el tráfico o el consumo de drogas y crear una sociedad más segura, el resultado ha sido el mayor fracaso del actual Gobierno”. El 11 de noviembre de 2014, semanas después del secuestro en Iguala y asesinato de los normalistas de Ayotzinapa, afirmé que “Enrique Peña Nieto vive la mayor crisis política de su Gobierno debido a uno más de los crímenes de esta hidra del narco. Quizá el Presidente debiera aprender de la experiencia mitológica de Heracles. Seguir cortando cabezas de la hidra en nada ayudará a resolver el problema”.

Efectivamente, uno de los grandes logros de los gobiernos de Calderón y Peña Nieto fue descabezar la organización de los Beltrán Leyva, lo cual, sin embargo, no terminó ni con el tráfico de drogas ni con la violencia en Guerrero. La consecuencia más importante fue la fundación de nuevas bandas, con líderes más jóvenes y violentos, como los Guerreros Unidos, que ejecutaron a los normalistas de Ayotzinapa porque pensaban que eran parte de los Rojos, otra banda que emergió del descabezamiento de los Beltrán Leyva.

Ya como Presidente, López Obrador afirmó que la guerra contra las drogas había concluido y que, con una nueva política llamada “abrazos y no balazos”, se pondría fin a la violencia. Con la vieja y desacreditada idea de que sólo los pobres cometen crímenes, AMLO sostenía que si se entregaban apoyos en efectivo a los jóvenes estos ya no se unirían al crimen y el País alcanzaría la paz. Sin embargo, el sexenio de López Obrador, pese a ser el más corto desde que tenemos gobiernos de seis años, registró el mayor número de homicidios dolosos de la historia, más de 200 mil. Por otra parte, AMLO nunca detuvo realmente la guerra contra las drogas. Tampoco la presidenta Sheinbaum, quien ha dejado de usar la frase de “abrazos y no balazos” y ha apoyado una campaña contra el narco, en parte para quedar bien con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Todos los presidentes desde que tengo memoria se han quejado de la cobertura de los medios sobre los hechos de violencia y de las críticas de la oposición por este tema. ¿Se acuerda usted de los pases diarios de lista de Epigmenio Ibarra de las víctimas de Ayotzinapa en la noche de Iguala? Lo peor es que estos esfuerzos no han terminado. Cada vez que algún hecho de violencia dominaba el panorama informativo, López Obrador decía que estábamos en “temporada de zopilotes” o “de canallas”. La presidenta Sheinbaum se quejó la semana pasada de esos “buenos carroñeros, bastante hipócritas”, que se suben a temas dolorosos, como el de Teuchitlán, Jalisco, y “construyen estas campañas”. Dijo que nadie les hace caso, que se quedan “prácticamente en la red X”, pero entonces no se entiende la atención que ella y sus influencers le han dedicado.

Entiendo que la violencia les resulta incómoda a los gobernantes. La razón fundamental de la existencia del Estado es proteger a los gobernados, pero este ha sido el principal fracaso de los priistas, panistas y morenistas que nos han gobernado en las últimas décadas. La violencia es una realidad. Pero los políticos la critican desde la oposición sólo para pretender ocultarla cuando llegan al poder.

Nueva justicia

¿Cómo será la justicia en la nueva era del Poder Judicial? Tenemos ya una probada. Una juez ha ordenado al ex rector de la UNAM, Enrique Graue, y al ex director de la FES Aragón pagar 15 millones de pesos a la ministra Yasmín Esquivel por daño moral en el caso del presunto plagio de su tesis de licenciatura.

Sergio Sarmiento

www.sergiosarmiento.com

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