La burla del paseo por el rancho
Fue una burla y un mal espectáculo en línea de construir la “verdad histórica” de lo que ahí sucedió siguiendo el libreto que la Presidenta ya tiene escrito...

El pasado jueves, Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, organizó una visita al Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, a la que se invitó a madres y padres de desaparecidos, integrantes de organizaciones que los buscan y a los medios de comunicación.
Fue una burla y un mal espectáculo en línea de construir la “verdad histórica” de lo que ahí sucedió siguiendo el libreto que la Presidenta ya tiene escrito, para proteger la incapacidad del Gobierno anterior y también esconder sus lazos con el crimen organizado.
Y también su propia incapacidad y está por ver, no es claro, si su antecesor le heredó compromisos con los criminales que está obligada a cumplir. Hay dudas razonables sobre esta posibilidad, que de ser cierta ya la iremos viendo.
El fiscal, que fue secretario de Seguridad del presidente Vicente Fox, no goza de autonomía, y actúa como cualquier otro de las y los secretarios del gabinete nombrados por la Presidenta. El tour, al que no asistió su organizador, resultó una burla y un fracaso en línea de legitimar la construcción de la “investigación”, que antes de iniciar, la Presidencia de la República ya tiene sus resultados.
Los familiares de los desaparecidos y los integrantes de las organizaciones que los buscan dicen que en el “paseo” nunca hubo autoridades que les informaran sobre lo que estaban haciendo y les dieran explicaciones de lo que habían encontrado. En ese marco, las y los que habían participado en el descubrimiento, aseguran que las autoridades alteraron el escenario del sitio y desaparecieron las evidencias.
Y que las autoridades han creado un nuevo escenario, no el que ellos vieron y fotografiaron, sus imágenes están en las redes, a la vista de todos. Con el nuevo escenario, se pretende hacer valer la “verdad histórica” elaborada en Palacio Nacional.
Los medios y periodistas profesionales e independientes que participaron de la visita se quedaron con las mismas preguntas con las que llegaron y todavía se llevan más. No hubo ninguna autoridad estatal o federal que estuviera dispuesta a contestar sus preguntas. Eso sólo corresponde a la Presidenta, para que nadie se salga del guión.
A partir de lo que la Presidenta ha dicho sobre el caso en sus mañaneras, la “verdad histórica” comprende cuatro elementos: En el rancho no pasó nada y lo que se dice que sucedió es una narrativa construida por madres y padres de desaparecidos que se han propuesto dañar a este y al anterior Gobierno.
Los otros elementos son: Hay un sector de la prensa que se suma a lo dicho por estos padres también con la intención de dañar a este y al anterior Gobierno. Presidencia tiene evidencia de que hay en marcha un complot en su contra, financiado por la derecha. En la visita al rancho, un grupo de periodistas profesionales y objetivos no dice que están pagados por Presidencia, pudo constatar que ahí no había nada de lo dicho por los padres. El caso está cerrado.
Las madres y padres de los desaparecidos, las organizaciones que los buscan y los medios y periodistas independientes, también académicos, no van a dar por buena la “verdad histórica” construida por Alejandro Gertz Manero siguiendo las instrucciones precisas de la Presidenta. Para ellos el caso no está cerrado.
Rubén Aguilar Valenzuela
@RubenAguilar
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