La felicidad, la felicidad…
Resulta que México es uno de los países más felices del mundo... en el Reporte Mundial de la Felicidad 2025 del Wellbeing Research Centre de la Universidad de Oxford.

Juegos de poder
Si me permite, apreciado lector, quisiera empezar esta columna haciéndole una pregunta. Piense usted en su vida actual y evalúela en su conjunto utilizando la imagen de una escalera, donde la mejor vida posible se califica con un 10 y la peor con un cero.
¿Qué calificación le pondría usted a su vida?
La empresa encuestadora Gallup realiza esta pregunta, conocida como la Escalera de Cantril, para, entre otras variables, medir la felicidad de un país.
Resulta que México es uno de los países más felices del mundo.
Estamos en el top ten de un ranking de 147 naciones en el Reporte Mundial de la Felicidad 2025 del Wellbeing Research Centre de la Universidad de Oxford.
Ocupamos, para ser más precisos, el lugar número 10.
Pues sí, los mexicanos nos consideramos felices a pesar de la tremenda violencia que existe en nuestro País, una economía de renta media incapaz de dar el salto a la riqueza, la gran cantidad de pobreza que persiste y la corrupción histórica que no se resuelve.
Nos quejamos de nuestras penurias, pero gozamos la vida. O por lo menos nos sentimos satisfechos con ella.
Los resultados del ranking de felicidad son fascinantes.
Los primeros cuatro lugares de todo el mundo son los países escandinavos que, además de ser ricos, tienen una buena distribución del ingreso con los mejores Estados de Bienestar que se conozcan. Finlandia aparece en primer sito, Dinamarca en segundo, Islandia en tercero y Suecia en cuarto.
Aquí no hay sorpresas. Países Bajos, tan similar a los escandinavos, se coloca en quinto lugar. En sexto sitio aparece la primera sorpresa: Un pequeño país latinoamericano con una larga tradición democrática: Costa Rica.
Luego viene Noruega, otro escandinavo. Y después una gran sorpresa: Israel, una nación en guerra dividida hasta el tuétano, en octavo sitio. Luxemburgo está en noveno y de inmediato viene México.
¿A qué se debe nuestra relativa felicidad?
Primero que nada, a la familia. El reporte hace un énfasis que la riqueza económica no lo es todo para la satisfacción de la vida. Fuertes vínculos familiares producen un bienestar mayor y sostenible para los individuos.
En este sentido, importa el tamaño del hogar. En las sociedades ricas, hay muchas más personas que viven solas y, según el estudio, éstas “son mucho menos felices que quienes viven con otras personas”.
¿Cuántas?
El estudio lo responde en una comparación de la distribución del tamaño de los hogares entre México y los países europeos:
“Observamos que los hogares unipersonales representan el 23% de los hogares europeos, mientras que en México esa cifra es sólo del 11%. Además, los hogares con dos miembros representan el 34% de los hogares europeos y menos del 20% en México. Por lo tanto, el 55% de los hogares en Europa tienen dos miembros o menos, mientras que en México esta cifra ronda el 30%. Asimismo, casi la mitad de los hogares mexicanos incluyen cuatro personas o más, mientras que en Europa esta cifra ronda el 24%. México es económicamente más pobre que el promedio de los países europeos. Sin embargo, los hogares más numerosos implican una ventaja potencial para desarrollar interacciones sociales positivas dentro del hogar, lo que podría compensar parcialmente las diferencias de ingresos con Europa. Esta es una de las varias explicaciones plausibles de por qué la mayoría de los países latinoamericanos reportan un mayor bienestar que el previsto por su Producto Interno Bruto per cápita”.
Tanto en México como en Europa, “la satisfacción vital media más alta la reportan las personas que viven en hogares con cuatro o cinco miembros”.
Relacionado con esta variable se encuentra otra: “Compartir comidas tiene un fuerte impacto en el bienestar subjetivo, similar a la influencia de los ingresos y el desempleo. Quienes comparten más comidas con otros reportan niveles significativamente más altos de satisfacción vital y afecto positivo, y niveles más bajos de afecto negativo. Esto se aplica a personas de todas las edades, géneros, países, culturas y regiones”.
En otras palabras, no sólo es la familia sino las amistades con las que se puede compartir el pan.
Las conexiones sociales son, en conclusión, un factor determinante para la felicidad relativa de los individuos y las sociedades en su conjunto.
Por cierto, el reporte encuentra reducciones importantes de felicidad en varios países incluyendo Estados Unidos. No es el caso de México, por fortuna. Para celebrarlo, vayámonos cantando el estribillo de la canción de Gualberto Castro: “La felicidad (La felicidad) No es un puerto (La felicidad) / La felicidad (La felicidad) No es un lugar (La felicidad) / La felicidad es una forma de navegar/ Por esta vida que es la mar”.
Leo Zuckermann
X: @leozuckermann
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