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Intencionalidad

Tengo fe que superaremos al igual que en otras ocasiones los daños ocasionados por esta recua que hoy “gobierna”.

Óscar Serrato

A escasos días de que culmine el segundo periodo ordinario legislativo, observo con gran preocupación el desaseo por parte de legisladores oficialistas al procesar sin revisar, socializar, corregir, debatir y mejorar iniciativas que desde palacio remiten.

El esquema de división de poderes, federalismo y pudor para estos individuos no existe, y su vergonzosa abyección los retrata, tal como son, reflejo de esa cultura vertical creada bajo aquella dictadura perfecta que tanto denostaban y que hoy con gran urgencia buscan restaurar. Sheinbaum, en uso de facultades de iniciativa, envió el pasado día 23 una Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, el 25 reforma a la Ley Federal de Competencia Económica y de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales, alcanzando así 39 iniciativas presentadas.

Ante la ausencia de división de poderes, la socialización de iniciativas, estudio, análisis y debate ha sido inexistente, se han votado y promulgado 29 de las iniciativas, 5 están pendientes en comisiones, 4 de ellas ya cuentan con dictamen y solo una iniciativa que buscaba reformar Ley del Issste ha sido retirada ante movilización del magisterio. Sheinbaum ha promulgado 10 reformas constitucionales presentadas por López Obrador en febrero de 2024.

Ante controversia generada por iniciativa de ley que empoderaría la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, secretaría de Estado creada en noviembre 28 de 2024, la tragicomedia de dislates declarativos por parte de senadores, amanuenses y cortesanos exhibe el retroceso democrático que el oficialismo impulsa y personifica.

La Presidente al verse obligada a defender su iniciativa, afirma: “… En esencia, no hay grandes cambios, cambia atribuciones…”; ampliando: “… En ningún momento estamos planteando la censura, si estamos en contra de la censura…”, para finalmente aceptar: “Hay una redacción que tiene que ver con plataformas digitales, en todo caso hay que corregir la propia redacción…”. La controversial iniciativa de 311 hojas llegó al Senado a 1:52 PM el día 23, incluye 52 hojas de exposición de motivos, 283 artículos y 27 transitorios. A las 8:51 PM del mismo día senadores presidentes de tres comisiones que en forma unida dictaminarían notifican al presidente de la mesa directiva que el 24 de abril a las 9:00 AM se “celebrará la Reunión extraordinaria de Juntas Directivas” en modalidad híbrida para dictaminar iniciativa presidencial.

En un voto por línea partidista el dictamen que recoge iniciativa presidencial fue aprobado sin cambios. Me gustaría pensar que con responsabilidad senadores con voto en 19 horas que tuvieron entre la llegada e inicio de debate de comisiones leyeron el documento, me gustaría soñar que comprendieron alcances de la iniciativa y con responsabilidad decidieron libremente su voto. Por lo observado en transmisión es evidente que la mayoría abdico responsabilidades constitucionales otorgando ciega e irresponsablemente su voto a favor de indefendible ley.

El otorgar posibilidad de censura a plataformas digitales causa controversia, indefendible propuesta de un Gobierno que se asume de izquierda, evidente incongruencia de quienes en oposición alababan las “benditas redes sociales”. Censura siempre preocupa, aun sin embargo, sospecho se trata de un distractor intencionalmente incluido en propuesta para evitar se profundice en otros aspectos tales como: Supervisión de contenidos, control de narrativas, límites a la publicidad, los mecanismos relacionados con concesiones y otorgar facultad al Estado de proveer Internet. La rectoría del Estado no esta a debate, lo que esta a debate es si es deseable un estado omnipresente que sancione sin mediar notificación efectiva, derecho de audiencia y posibilidad de defenderse ante órganos jurisdiccionales imparciales. Del texto se derivan hipótesis para que, obviando el debido proceso, en forma sumaria el ejecutivo implemente acciones cuyos daños son de difícil o imposible reparación. Sostengo que ante la disyuntiva de una ley que permita acciones ágiles de autoridad vs garantizar un debido proceso, me inclino por un Estado respetuoso de garantías y derechos humanos.

Toda iniciativa de ley conlleva intencionalidad de quien propone, imposible evadir responsabilidad argumentado que fueron asesores, quienes malintencionadamente modifican su espíritu.

En el documento que presenta iniciativa de Ley de Telecomunicaciones aparece la palabra democracia 2 veces, ciudadanía 9, libertad 18, control 34, Ejecutivo federal 37 y Estado en 84 ocasiones. Sin perder de vista el bodrio en comento, en un análisis más amplio sobre intencionalidad legislativa de Shienbaum encontramos que habiendo promulgado, entre otros, destrucción de independencia del poder judicial, debilitamiento del juicio de amparo, desaparición de órganos de transparencia y competencia, esta iniciativa continúa en la línea de captura institucional, repudio a rendición de cuentas, inhibir crítica, degradación del Estado de Derecho, socavando debido proceso para peligrosamente avanzar hacia una dictadura, para algunos benévola, pero dictadura al fin.

Al igual que aquellos otros que soñaron con perpetuarse en el poder, estos también fracasarán. Sus enemigos: Ambición, cerrazón, torpeza, incapacidad de aprendizaje histórico, así como negación de reconocer e incorporar aspiraciones de una mayoría silenciosa cada día menos apática.

Tengo fe que superaremos al igual que en otras ocasiones los daños ocasionados por esta recua que hoy “gobierna”. Esperanzado ante el despertar de muchos observadores sagaces de la realidad que actúan y elevan su voz. Estamos a tiempo de ir preparándonos ante elecciones intermedias en busca de diputados que asuman función con responsabilidad.

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