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Último mensaje del Papa

El Papa Francisco nos invitaba a tener la actitud de María Magdalena y de los apóstoles Pedro y Juan que corrieron ante la noticia de Jesús Resucitado.

José  Martínez Colín

1) PARA SABER “La fe pascual, nos abre al encuentro con el Señor Resucitado y nos dispone a acogerlo en nuestra vida”. Estas palabras del Papa Francisco de su última homilía el Domingo de Resurrección, leídas por el cardenal Comastri, resultaron proféticas, pues solo unas horas después iba a tener ese encuentro definitivo con Cristo Resucitado.

En ese último mensaje, el Papa Francisco nos invitaba a tener la actitud de María Magdalena y de los apóstoles Pedro y Juan que corrieron ante la noticia de Jesús Resucitado.

Ese correr “manifiesta el deseo, el impulso del corazón, la actitud interior de quien se pone en búsqueda de Jesús”, decía el Papa.

Pero Jesús ya no estaba en el sepulcro; este es el anuncio de la Pascua: Hay que buscarlo en otra parte. ¡Cristo ha resucitado, está vivo! La muerte no lo ha podido retener, ya no está envuelto en el sudario, debemos salir a buscarlo: En el rostro de los hermanos, en lo cotidiano, en todas partes menos en aquel sepulcro.

2) PARA PENSAR

Louis Marie de La Révelliére-Lépeaux (1753-1824) fue un político francés de la época de la Revolución Francesa, y uno de los líderes del Directorio. Se ocupó principalmente de cuestiones “religiosas”, pues pretendió sustituir la Iglesia Católica por una religión racional, la teofilantropía: Redactó una constitución civil para el clero.

Fue uno de los jefes de la República que había saqueado iglesias y hecho matanza de sacerdotes.

Se dijo a sí mismo: “Ha llegado la hora de reemplazar a Cristo; voy a fundar una religión enteramente nueva y de acuerdo con el progreso”. Pero no funcionó. Al cabo de unos me ses, el “inventor” acudió desconsolado a Napoleón Bonaparte, que ya era primer cónsul, y le dijo: “¿Lo creeréis, señor? Mi religión es preciosa, pero no arraiga entre el pueblo”. Le respondió Napoleón: “Ciudadano colega, ¿tienes seriamente la intención de hacer la competencia a Jesucristo? No hay más que un medio; haz lo que él: Déjate crucificar un viernes, y trata de resucitar el siguiente domingo”.

3) PARA VIVIR

Habiendo convocado el año jubilar de la esperanza, el Papa Francisco nos invitaba, en su última intervención, a renovar en nosotros el don de la esperanza y contagiarla a los demás. La Pascua nos invita a tener ojos capaces de “ver más allá”, para descubrir a Jesús como el Dios que se revela, que ha vencido a la muerte, al pecado y a nuestras oscuridades.

Jesús ha resucitado de entre los muertos y habita entre nosotros, se hace presente, nos habla, nos precede y nos sorprende: “Se revela hoy en las hermanas y los hermanos que encontramos en el camino, en las situaciones más anónimas e imprevisibles de nuestra vida. Él está vivo y permanece siempre con nosotros, llorando las lágrimas de quien sufre y multiplicando la belleza de la vida en los pequeños gestos de amor de cada uno de nosotros”, decía el Papa.

Por eso la fe pascual, nos abre al encuentro con el Señor Resucitado y nos dispone a acogerlo en nuestra vida. A vivir esperanzados en el futuro, para no quedarnos estancados en las ilusiones de este mundo o encerrados en la tristeza. Hemos de correr, llenos de alegría, al encuentro de Jesús, redescubriendo la gracia inestimable de ser sus amigos.

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