Enamorado del balón
La posibilidad de que su equipo consiguiera el ascenso de Segunda División la tuvo en sus botines y aún sin saber que su gol sería el decisivo, con determinación empujó el balón que rompió la red y sus miedos.
Ha pasado casi un año de que Wilber Rentería ayudó a Potros a subir a la Liga de Ascenso y ahora quiere repetirlo con Cimarrones rumbo a la Primera División.
Wilber Rentería Cuero se enamoró del futbol a los 6 años en el barrio de su infancia, donde veía a sus vecinos practicar el deporte más popular del mundo y querer ser parte de eso, sin saber que se convertiría en parte de su vida.
El futbolista originario de Valle del Cauca, Colombia, es un ejemplo de cómo las personas emigran hacia otro país motivadas a buscar una mejor vida.
El alcanzar sus sueños llevó al colombiano a viajar kilómetros de distancia a sus 22 años para jugar con los Ocelotes de la Universidad Autónoma de Chiapas, de la Segunda División del futbol mexicano, misma que conquistaría con los Potros de la Universidad Autónoma de México logrando una de sus primeras metas: El ascenso.
Los Potros enfrentaron a Tampico Madero en la final del Clausura 2016 de la ahora Liga Premier, con un marcador global de 1-0, con la anotación del sudamericano en el partido, que sin saberlo sería el gol del campeonato y de su carrera.
"Fue algo muy lindo para mí y para todos mis compañeros que en ese momento estábamos luchando por un mismo logro, un mismo objetivo, que era ascender, se me dio a mí la oportunidad de marcar el gol para poder conseguir eso que queríamos todos.
"Te salen hasta lágrimas de poder aportarle algo a tu equipo, algo tan grande como eso", recordó con una risa nostálgica. "A pesar de que yo ya había perdido una, ése era el objetivo y que yo sea parte de esa historia me da mucha alegría y me impulsa a seguir adelante".
A sus 25 años ya cuenta con experiencia en la División de Plata y formó parte del equipo de Club Zacatepec hasta recorrer aún más millas y llegar a Sonora, para jugar con los Cimarrones y plantearse su siguiente meta: La Primera División.
"Mi amor al futbol creció al ver grandes jugadores de mi país y de otros países, me llamó la atención de algún día poder ser como ellos o mejor que ellos", añadió.
Su pasión más grande es llegar a la selección cafetera y vestir los colores de su bandera, por ello da su esfuerzo a diario con el conjunto sonorense.
"El director deportivo de Cimarrones me habló y me dijo que sabía que venía haciendo un trabajo excelente en otros clubes y me había puesto el ojo, me dio alegría de participar en este proyecto, no dudé de ninguna manera de decirle que contara conmigo", comentó.
No todo puede ser miel sobre hojuelas, y justo cuando el mediocampista estaba en su mejor momento, una lesión en la rodilla lo alejó de las canchas cuatro meses, de los cuales supo sobreponerse y siempre seguir.
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